La Biblia dice en Proverbios 24:15-16

Oh impío, no aceches la tienda del justo, no saquees su cámara; 16 porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; mas los impíos caerán en el mal.

Introducción

La Biblia es un libro que nos habla de hombre piados y hombre impíos. Encontramos en el Antiguo Testamento personajes como Abel, Enoc, Noé, Abraham, Jacob, Job, Moisés, David y mucho más que vivieron una vida piadosa, justa y temerosa delante de Dios y descubrimos malvados que vivieron apartados del Señor como Caín, Balaam, Coré y otros más.

Y así ha vivido la humanidad practicamente desde que comenzó a poblar este mundo. Ha vivido entre personas que se esfuerzan por vivir de acuerdo a los estándares que Dios demanda y seres humanos que desprecia toda norma establecida por Dios y se entregan de lleno a vivir de acuerdo a sus pensamientos y deseos personales.

La humanidad vive en un mundo donde es más fácil vivir sin ninguna clase de restricción moral y cuando se conoce o se proponen límites reacciona de manera airada ante la posibilidad de regular su conducta, normar sus acciones y controlar su estilo de vida porque piensan que nadie puede decirles lo que deben hacer.

En la palabra de Dios encontramos una serie de características de un hombre justo. Mucho antes de que apareciera la ley moisca, que es el libro de ofrece los requerimientos del Señor para una vida justa o piadosa, hubo hombre como Job y Abraham que se comportaron de una manera justa, incluso el propio Noé fue un justo viviendo en un mundo malvado.

En el caso de Noé su lucha fue mayúscula porque vivió en un mundo lleno de violencia e inmoralidad sexual donde vivir de otra forma o conducirse con normas espirituales era todo un atrevimiento. De hecho ese hombre que el Nuevo Testamento llama “pregonero de justicia”, le llevó cien años construir su arca, pero nadie hizo caso a su predicación.

Y no lo hicieron porque se les hizo ridículo su mensaje que anunciaba la destrucción del mundo por medio de un diluvio, sencillamente eso no podía ser y por eso nadie atendió a su llamado, solo cuando el diluvio comenzó a inundar a la tierra reaccionaron, pero ya era demasiado tarde.

Y su historia es la que mejor retrata el desafío que hoy nos presentan los sabios de Israel, porque se trata de vivir piadosamente en medio de una sociedad rebelde contra Dios.

30 desafíos éticos dichos por los sabios
El desafío de vivir piadosamente
A. A pesar del acecho de los malvados
B. A pesar de los tropiezos

Los sabios de Israel nos presentan la protección que hay sobre los justos. Dios los protege porque sabe que los acecha el mal y su gran antagonistas siempre son los malvados como podemos encontrar en historias de la Escritura, por ejemplo: Abel tuvo como antagonista a su hermano a Caín; José a sus hermanos; Mardoqueo tuvo a Amán.

A. A pesar del acecho de los malvados

“Oh impío, no aceches la tienda del justo, no saquees su cámara”, dice el verso quince de nuestro pasaje en estudio en una clara manifestación del permanente conflicto que vive el hombre piadoso o justo.

Este verso, que para algunos especialistas del libro de Proverbios debe omitir la expresión impío, nos muestra la determinación con la que Dios cuida del justo. La protección divina obedece en gran medida ante el grado de animadversión que llegan a sufrir las personas que ajustan su vida a las demandas de Dios.

Los hebreos sin quererlo, tal vez, son el ejemplo más acabado de esta verdad porque han padecido toda clase de acecho, han sufrido en carne propia todo tipo de persecución a lo largo de los siglos, antes del cristianismo y después del cristianismo por creer en el Dios de Abraham, Isaac y Jacob y eso que no los promeven ni hacen proselitismo.

El libro de Proverbios nos muestra el tema de la sabiduría que se materializa en la disputa que hay entre piadosos e impíos, entre justos y malvados, entre quienes optan por la sabiduría y quienes la aborrecen y desprecian. Esa dualidad es permanente, pero solo sigue la pauta de toda la revelación divina.

Uno de los tantos ejemplos que encontramos de esta disputa, lucha y batalla feroz es justamente la que libraron Caín y Abel con los resultados funestos que todos conocemos. El primer homicidio que tiene registro en la historia ocurrió precisamente entre dos hermanos, según nos relata el libro de Génesis.

En 1ª Carta de Juan 3: 12 encontramos explicado este conflicto de la siguiente forma:

No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano.¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.

Y ese conflicto se reproduce una y otra vez a lo largo de toda la Escritura y también a lo largo de toda la historia de la humanidad.

Jacob y Esaú es otro ejemplo que podemos señalar para comprender el acecho de los malvados sobre los justos.

B. A pesar de los tropiezos

El verso dieciséis dice de la siguiente manera: porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; mas los impíos caerán en el mal.

¿El justo tropieza? Claro que sí. La historia de Abraham, del propio Jacob y de otros hombres también nos muestran que se equivocaron, que cayeron en errores y que definitivamente cometieron actos distantes de su llamado, pero todos ellos rectificaron, se arrepintieron y reconocieron sus fallas y volvieron con Dios.

La diferencia entre los malvados y los justos es que cuando los piadosos caen se vuelven a levantar. En cambio los malvados caen en el mal y nunca más se vuelven a levantar. Un ejemplo de ellos es Amán, Coré, Abiram y Datán que combatieron agresivamente contra Moisés y Aarón.

La frase siete veces cae es una expresión que subraya la idea de que siempre que caiga se levantará. El ejemplo de esta verdad fue Sansón que cayó en manos de los filisteos.

Indígena zapoteco de la sierra norte de Oaxaca, México. Sirvo a Cristo en la ciudad de Oaxaca junto con mi familia. Estoy seguro que la única transformación posible es la que nace de los corazones que son tocados por Dios a través de su palabra.

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