La Biblia dice en la 1ª carta de Pablo a los Corintios 5:6-8
No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa? 7 Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros. 8 Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad.
Introducción
La decisión de expulsar de la iglesia a un pecador tenía una explicación que el apóstol ofrece a la iglesia de Corintio con el ejemplo de la fiesta de los panes sin levadura y la pascua que ellos conocían bien porque Pablo se los había explicado durante los dieciocho meses que estuvo con ellos predicando y enseñando la palabra de Dios.
La fiesta de la pascua judía comienza con una ceremonia hogareña en la que deben limpiar toda la casa, pero prinicipalmente la cocina para recoger y tirar cualquier tipo y tamaño de levadura ya que en la fiesta de pascua se tenía como prescripción comer panes sin levadura o ácimos como también se les llama.
La razón de esta costumbre hebrea se debe a que cuando salieron de Egipto lo hicieron de prisa y sus panes no se pudieron leudar y los comieron así y desde entonces comen panes sin levadura al llegar la pascua donde consumían un cordero para recordar los sucesos de la última plaga en Egipto.
Estas dos características peculiares de la pascua fueron utlizadas magistralmente por el apóstol Pablo para enseñarnos la razón de la clase duras sanciones que en ocasiones se tienen que tomar al interior de la iglesia porque la comparación de la levadura en este pasaje es con el pecado.
Solo les faltaba amor
Porque ignoraban que en la iglesia el pecado no puede tolerarse
A. El pecado es invasivo
B. El pecado ha sido derrotado por Cristo
C. El pecado nos lleva a la malicia y la maldad
D. El pecado nos aparta de la sinceridad y verdad
A. El pecado es invasivo
El verso seis de nuestro pasaje en estudio dice de la siguiente manera:
No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa?
La frase “un poco de levadura leuda toda la masa” era un dicho común en tiempos del ministerio de Cristo y la iglesia primitiva porque tanto Jesús como Pablo la utilizaron para referirse como algo insignificante puede tener repercusiones sumamente elevadas como un poco de fuego que alcanza a quemar todo un bosque.
O también como la lepra que comienza en punto del cuerpo, pero luego avanza incontenibles por todo el cuerpo de las personas.
El pecado es muy parecido a los hongos microscópicos de la levadura comienzan en un punto de la vida de las personas, pero luego las invaden completamente y si no ponen cuidado termina por destruir sus vidas. Un pequeño fruto fue la causa de la perdida del huerto del Edén de nuestros padres Adán y Eva.
Se trata, entonces, de una prevención sumamente importante. El pecado debe tener cero tolerancia en nuestra vidas porque siempre aparece o aparenta ser deleitoso, pero a la larga se convierte en nocivo y destructivo para quienes lo dejan crecer y crecer hasta que los termina devorando.
El hombre que vivía en incesto con su madrastra no tenía cabida en la iglesia porque iba a terminar contaminando toda la congregación y por ello era necesario aplicarle una sanción para proteger la santidad de la iglesia y no ver como el pueblo de Dios caía por tolerar un pecado de esa magnitud.
B. El pecado ha sido derrotado por Cristo
El verso siete de nuestro estudio dice de la siguiente forma:
Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.
La versión de la Biblia Torres Amat traduce este verso así: “Echad fuera la levadura añeja, para que seais una masa enteramente nueva, como que sois panes puros y sin levadura. Porque Jesucristo nuestro Cordero pascual, ya ha sido inmolado por nosotros.”
El ejemplo de la fiesta de los panes sin levadura y la pascua sirven también para que apóstol Pablo les recuerde a los Corintios que Cristo ya fue sacrificado y en consecuencia el pecado ha sido derrotado y ahora a ellos les corresponde limpiarse o echar fuera la vieja levadura, es decir los malos hábitos de la naturaleza caída.
Los creyentes antes no podían luchar contra el pecado porque lo hacían con sus propias fuerzas, pero ahora el sacrificio de Cristo ha abierto la posibilidad de derrotarlo no por nuestras habilidades o capacidades sino por su auxilio y ayuda y su gracia infinita que nos sostiene cuando la maldad quiere arrastrarnos.
Debemos dejar la vida antigua porque ya somos nuevas criaturas gracias al enorme sacfificio de Cristo y así como los judíos limpiaban su casa de todo residuo de levadura antes de la fiesta de pascua, los creyentes deben limpiarse o echar de sus vidas aquello que fermente la levadura del pecado en sus vidas.
C. El pecado nos lleva a la malicia y a la maldad
La primera parte del verso ocho de nuestro estudio dice así:
Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad.
La palabra malicia que usa Pablo procede de la raíz griega “kakia” que en la mitología griega, era un espíritu que personificaba el vicio y la inmoralidad. Era descrito como una horrenda mujer gorda y vanidosa, muy maquillada y vestida con ropa reveladora. El pecado sexual que cometía el hombre que fue expulsado encuadraba perfectamente en esta descripción.
La inmoralidad es un asunto que la iglesia no puede dejar pasar porque al relajarse la disciplina de la congregación de pronto ya no habrá respeto por lo sagrado y de repente será profanado el santo nombre de nuestro bendito salvador. Pablo le dice que la fiesta de pascua con Cristo como centro de la celebración es incompatible con la malicia.
Para la palabra maldad el apóstol usa una palabra griega cuya raíz es “ponéria” que literlamente se traduce como depravación. Por eso la versión Reina Valera 1960 la traduce como maldad. Algunas usan el vocablo iniquidad para referirse a esa clase de conducta rebelde y obstinada que lleva a las personas a actos llenos de inmoralidad.
El pecado de no corregirse puede llevar a los creyentes a estas dos clases de condición: la malicia y la depravación.
D. El pecado nos aparta de la sinceridad y verdad
La última parte del verso ocho dice así:
sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad.
El creyente debe acercarse a Dios con sinceridad y con verdad. El pecado provoca que el hijo de Dios se aparte de estas dos virtudes. La sinceridad es lo opuesto a la hipocresía y simulación o impostura y la verdad es lo contrario a la mentira, el engaño y la falsedad que trae siempre consigo el pecado.
El creyente que fue sancionado por Pablo y la iglesia iba a llevar a los creyentes a la hipocresía y a la mentira, porque vivía un cristianismo alejado de los valores y principios que Cristo enarboló en su ministerio terrenal que era justamente un corazón sincero y la verdad como instrumento para enfrentar la mentira de este mundo.