La Biblia dice en Apocalipsis 18: 1-8
Después de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria. 2 Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible. 3 Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites. 4 Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; 5 porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades. 6 Dadle a ella como ella os ha dado, y pagadle doble según sus obras; en el cáliz en que ella preparó bebida, preparadle a ella el doble. 7 Cuanto ella se ha glorificado y ha vivido en deleites, tanto dadle de tormento y llanto; porque dice en su corazón: Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y no veré llanto 8 por lo cual en un solo día vendrán sus plagas; muerte, llanto y hambre, y será quemada con fuego; porque poderoso es Dios el Señor, que la juzga.
Introducción
La tercera visión que Juan tuvo sobre la gran ramera está escrita en todo el capítulo dieciocho del libro de Apocalipsis. Para muchos comentaristas parece una parte distinta sobre lo que acontecerá a Babilonia, la madre de todas las abominaciones de la tierra, aunque en realidad se trata del mismo tema que el capítulo diecisiete.
Cuando dicen que es diferente se refieren al aspecto económico del que habla Juan en este verso relacionado con la prostituta espiritual, pero en esencia sigue tratandose del mismo tema que arranco en el anterior capítulo, solo que desde una perspectiva diferente al que tenemos en las dos primeras visiones.
En el presente estudios revisaremos las razones por las cuales Babilia, la gran ramera cae en desgracia delante de Dios ya que Juan nos ofrece una explicación detallada de lo que habrá de sucederle a esta falsa religión.
Babilonia: La caída de la gran ramera
A. Las resultados y razones de su derrumbamiento
Se convertirá en un infierno
Por contaminar mercantilmente a las naciones
Por colmar la paciencia de Dios
En los primeros ocho versículos de este capítulo Juan nos ofrece las razones por las que la gran ramera es juzgada. Nos explica su grave y profunda contaminación espiritual, nacida de las fauces del mismo infierno y la manera en que se extendió su perversidad por todo el mundo.
Las historias de la gran ramera son muy parecidas a la de la generación del diluvio y también la de Sodoma y Gomorra: colmaron la paciencia de Dios. Su maldad llegó a tal nivel que Dios tuvo que actuar y destruirlas y eso de lo que nos hablará Juan en los primeros versos de nuestro estudio.
El ángel que le muestra a Juan esta visión es descrito como un ser con gran poder y que su gloria alumbró la tierra. Es evidente que este ser sale de la presencia de Dios y trae consigo la luz divina de la que Pablo habla en 1ª Timoteo 6: 16 para iluminar la profunda oscuridad que nace de la gran ramera.
1. Se convertirá en un infierno
El verso dos de nuestro estudio dice de la siguiente forma:
2 Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible.
Babilonia será un infierno sobre la tierra. Así se entiende el hecho de que sea una morada, habitación o casa de demonios y guarida de todo espíritu inmundo. En lo que parece una determinación divina para quitarle la careta que tiene encima porque en realidad lo que subyace detrá de la gran ramera es propiamente el maligno.
La gran ramera ha sabido ocultar bien lo que en realidad acontece en su interior, pero con los juicios de Dios se conocerá lo que en realidad es. El maligno la hará sede de su reino con todos sus demonios y espíritus inmundos que tiene para exhibir su origen y destino por su perversidad.
Juan precisa claramente que este mundo tiene dos planos: el físico que todos vemos y el espiritual que está al alcance de todos. La gran ramera quedará desnuda y se mostrará lo que en realidad hay detrás de ella y que Juan nos reveló a través del libro de Apocalipsis. Un mundo lleno de demonios y espíritus inmundos.
Llegamos a un punto interesante sobre la demoniología. Definir la diferencia entre un demonio y un espíritu inmundo. Para muchos comentaristas no existen diferencia alguna entre ambos términos, sin embargo es evidente que Juan usa ambas expresiones para establecer la condición espiritual en la que quedará la gran ramera.
Un demonio puede ejercer y ejerce una opresión espiritual sobre las personas sin que ellas se den cuenta ni quienes las rodean porque aparentemente no tiene ninguna manifestación “espiritual negativa” por supuesto que en ocasiones hay una manifestación externa de esa influencia maligna y por eso se les llama endemoniados, pero en otras no.
En cambio los espíritus inmundos generalmente oprimen a una persona y hacen evidente que están afectando su vida y por eso se requiere su liberación que se logra a través de la persona de Cristo, sin embargo en el caso de la gran ramera quedará infestada de esos seres cuando caiga como resultado natural de su codición espiritual.
2. Por contaminar mercantilmente a las naciones
Los versos tres y cuatro de nuestro estudio dicen de la siguiente manera:
3 Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites. 4 Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas;
Hay un aspecto novedoso en las palabras de Juan en estos versos. No ha dicho en otros versos que Babilonia será sancionada porque haber fornicado con los reyes de la tierra, pero ahora nos dice que los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites.
Es evidente que la gran ramera tiene una estrecha relación económica con las grandes fortunas del mundo. Estas fortunas hacen negocios con ella. La gran ramera es una facilitadora de actividades comerciales y muchos se han servido de ella para generar su riqueza.
Comprendido así, es más sencillo entender la razón por la que Juan dice: 4 Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío,para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas. Se le pide al pueblo de Israel salir de ella porque la iglesia para este tiempo ya fue arrebatada.
3. Por colmar la paciencia de Dios
La última parte de nuestro estudio dice:
5 porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades. 6 Dadle a ella como ella os ha dado, y pagadle doble según sus obras; en el cáliz en que ella preparó bebida, preparadle a ella el doble. 7 Cuanto ella se ha glorificado y ha vivido en deleites, tanto dadle de tormento y llanto; porque dice en su corazón: Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y no veré llanto; 8 por lo cual en un solo día vendrán sus plagas; muerte, llanto y hambre, y será quemada con fuego; porque poderoso es Dios el Señor, que la juzga.
Cuando Dios ha juzgado a una persona o nación, un pueblo o una generación pervertida lo ha hecho de manera categórica y durísima. Así lo vemos por ejemplo con Nadab y Abiú, así lo vemos con Coré y algunas familias de Rubén, así también con la generación de Noé, así con Sodoma y Gomorra y así será con la gran ramera.
Lo hace generalmente por la altivez y orgullo con que se comportaron estas personas o naciones y asi será con Babilonia que se regodea de su maldad, que se siente como una reina que nunca sufrirá. No sabe la pobre desventurada que le espera una de los grandes juicios que Dios traerá a esta humanidad.