Apocalipsis 17: 1-5

Vino entonces uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, y habló conmigo diciéndome: Ven acá, y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas; 2 con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación. 3 Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos. 4 Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación; 5 y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA.

La gran ramera es presentada montada en una bestia vestida de escarlata. Esta bestia tiene la misma descripción que la mencionada en el capítulo trece verso uno. De hecho en ese capítulo se mencionan dos bestias que en nuestro estudio identificamos como un líder religioso que algunos llaman Anti-Cristo y la otra bestia como un líder político.

Queda claro que la gran ramera es una falsa religión que es promocionada o sostenida por un líder religioso. Un líder religioso que basa su fuerza en el poder político, por esa razón muchos piensan que la bestia es en realidad Roma. Ambas expresiones, la gran ramera y la bestia si bien diferentes, tienen el mismo propósito u objetivo: extender una religión falsa.

Sin embargo, debemos aclarar que para el tiempo que Juan escribió este texto la única religión institucional o diseñada y establecida desde el poder fue la religión romana.

Los emperadores romanos como ya hemos visto eran los jefes de la religión del imperio por eso Juan asocia directamente a Babilonia, la gran ramera con el imperio romano, pero no es un calidad de poder político, sino poder religioso.

La bestia con siete cabezas y diez cuernos es la misma de Apocalipsis 13: 1, pero ahora asociada abiertamente con sistema religioso fraudulento y abominable que se encargó de confundir a los reyes y a los habitantes de la tierra sobre la adoración del Dios verdadero y les llevó a prácticas abominables.

El imperio romano fue el gobierno que el maligno escogió para confundir al mundo entero y fue el gobierno que más combatió a la iglesia y si bien con la “conversión” del emperador Constantino cesaron las persecuciones de los creyentes, los resultados de esa decisión convirtieron al cristianismo de la Biblia en una serie de prácticas distantes de la verdad.

El imperio romano de occidente, con su capital en Roma cayó en el siglo en el año 476, pero su influencia quedó para la posteridad. La Roma política dio paso a la Roma religiosa.

La iglesia católica tiene su nombre completo así: Iglesia Católico Romana y su estudio siempre será conveniente para conocer su origen, desarrollo y consolidación el mundo entero.

La historia de la iglesia romana debe tener una prioridad básica en el estudiante de la Escritura porque lo contextualiza sobre las afirmaciones que muchos han hecho que afirman que la gran ramera es justamente ella.

Las siete colinas en las que está asentada la mujer de la que habla Juan esta asociada íntimamente a Roma que tiene siete colinas y de allí parte la deducción de muchos que la Babilonia de la que habla Juan es una institución con residencia en Roma.

Pero en un estudio serio sobre el pasaje de Apocalipsis uno debe mirar a todos lados y observar que a lo largo de la historia han surgido de otros lugares doctrinas falsas que han dañado grandemente a la iglesia. Es eso innegable.

De regreso a nuestro pasaje, la gran ramera y la bestia están vinculadas porque por una parte la primera es la representación de todas las falsas religiones y por otra la segunda es representación física o material de esa religión falsa.

El nombre y sus acciones de la gran ramera nos conducen a pesar en la desviación del culto verdadero a Dios por una religión llena de abominaciones que nada tienen que ver con la revelación de la palabra de Dios.

En todo el Antiguo Testamento, los profetas denunciaron la infidelidad de Israel y llamaron a esa actitud fornicación y adulterio espiritual.

Juan resalta esta característica de Babilonia y por eso en muchos manuscritos la frase aparece como en la versión Reina Valera 1960, es decir, con mayúsculas.

Indígena zapoteco de la sierra norte de Oaxaca, México. Sirvo a Cristo en la ciudad de Oaxaca junto con mi familia. Estoy seguro que la única transformación posible es la que nace de los corazones que son tocados por Dios a través de su palabra.

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