La Biblia dice en 1ª de Corintios 12: 31

Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aún más excelente.

La iglesia de Corinto tenía todos los dones espirituales que una congregación puede aspirar o desear. Desde el don de discernimiento –capacidad para distinguir las motivaciones de las personas– hasta el de lenguas y profecía, los corintios gozaban del favor divino con tantas capacidades sobrenaturales dadas por el Señor.

Sin embargo, en lugar de agradecer por tantas bondades inmerecidas y poner trabajar sus ministerios recibidos, los creyentes de esa iglesia comenzaron una competencia por saber que don era mejor y en esa discusión perdieron de vista que ninguno era más o menos cuando de servir a Dios se trata, sino que eran complemento unos de otros.

El tema de los dones espirituales sirvió a Pablo para escribir sobre el amor. El capítulo trece de La primera Carta a los Corintios es definitivamente el capítulo del amor. La clase de amor que Dios espera que los creyentes practiquen en su convivencia tanto al interior de la iglesia como fuera de ella.

El amor es presentado por el apóstol como una acción más que una emoción. El ágape cristiano es expuesto en su dimensión más profunda, pero sencilla para la compresión de todos a fin de sentar las bases de lo que debe ser la conducta de los seguidores de Cristo en su trato con sus hermanos en el Señor.

Para Pablo ese es el camino más excelente. Algunas versiones traducen la palabra “excelente” como mejor, más importante y superior. Pablo dice que el amor siempre será el mejor camino, el más importante y el más superior. La palabra excelente que la versión Reina Valera utiliza aquí procede de la raíz griega “huperbolé”.

Evidentemente de esa palabra surge nuestro término en español que conocemos como hipérbole. Una figura literaria que exagera algo para resaltar una verdad. Por ejemplo: tengo tanta hambre que comería una res entera. Esa figura retórica tiene como finalidad hacer una comparación de la realidad por medio de una intencionada desproporción.

Qué quiere decir Pablo, entonces, cuando dice que el amor es el camino más excelente. Bueno lo que nos quiere decir es que el amor es incomparable. No hay punto de comparación entre un don y vivir en amor. No desprecia ningún don, pero muy por encima de ellos está el amor. No hay modo de compararlo. El amor eleva muy alto al ser humano.

Un día cesarán los dones, dice Pablo, más adelante, pero el amor permanecerá para siempre porque Dios es amor. La medida del amor es amar sin medida, decía Agustín de Hipona.

Indígena zapoteco de la sierra norte de Oaxaca, México. Sirvo a Cristo en la ciudad de Oaxaca junto con mi familia. Estoy seguro que la única transformación posible es la que nace de los corazones que son tocados por Dios a través de su palabra.

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