La Biblia dice en Génesis 6:18-22
Mas estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo. 19 Y de todo lo que vive, de toda carne, dos de cada especie meterás en el arca, para que tengan vida contigo; macho y hembra serán. 20 De las aves según su especie, y de las bestias según su especie, de todo reptil de la tierra según su especie, dos de cada especie entrarán contigo, para que tengan vida. 21 Y toma contigo de todo alimento que se come, y almacénalo, y servirá de sustento para ti y para ellos. 22 Y lo hizo así Noé; hizo conforme a todo lo que Dios le mandó.
Introducción
La expresión “contigo” aparece cuatro veces en los versos que nos sirven hoy para meditar en los pormenores del diluvio. Dios hizo un pacto con Noé. En medio de la creciente maldad, corrupción y violencia de su tiempo Dios tomó un acuerdo con Noé para preservar al género humano sobre esta tierra.
Como ocurre en casi todos los pactos que hay en la Biblia: con Abraham, con David, con Israel, el acuerdo nace de Dios. Es el Creador quien inicia la alianza con los hombres generalmente para bendecirlos o para hacerlos objetos de su misericordia infinita y de esa forma recibir un bien o un trato preferencial por encima de otras personas.
La palabra “pacto” aparece por primera vez en el verso dieciocho del capítulo seis y se usa unas doscientas ochenta y cuatro veces en todo el Antiguo Testamento y tiene diversas traducciones: desde alianza, acuerdo, convenio y hasta tratado con el que se obligan dos personas a cumplir con determinados compromisos.
Es evidente que en el caso de los pactos en los que Dios interviene, él cumplirá totalmente sus obligaciones, los seres humanos pueden fallar, pero Dios siempre habrá de hacer lo que se ha comprometido a llevar a cabo. En el caso de Noé en este pasaje señala que hará un pacto con él, el cual se conocerá perfectamente en el capítulo nueve.
En el diluvio Dios hizo un compromiso con Noé a través del cual no solo lo salvó a él, sino a toda su familia y en cierto sentido con toda la humanidad porque gracias a la vida de Noé la humanidad no se extinguió del planeta.
La construcción del arca podría parecer algo extravagante o fuera de razón porque en esos días no había llovido y mucho menos habían ocurrido inundaciones y entonces Noé y su familia podrían pensar que construirla podría ser una exageración, como seguramente lo creyó la generación de Noé.
Ante esa posiblidad, Dios se adelanta y le dice a Noé que habría de hacer un pacto con él para mostrarle la seridad del asunto, pero sobre todo que Dios no estaba jugando y que no cambiaría de opinión sobre el diluvio. En otras palabras el pacto tenía la idea de dejar por escrito firme y sin posiblidad de romperlo, el diluvio.
Dios había decidido la destrucción de la humanidad y no se iba a retractar, no había vuelta ni retorno y Noé tendría que ser puntual en las indicaciones de Dios.
El diluvio: Una dolorosa solución ante la maldad humana
El pacto personal de Dios con Noé
A. Para salvar a su familia
B. Para salvar a los animales
C. Para sustentar su vida
D. Para obedecer a Dios
A. Para salvar a su familia
El verso dieciocho de nuestro estudio dice de la siguiente manera:
Mas estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo.
Los beneficios del pacto para Noé fueron la salvación de su esposa, sus tres hijos y sus tres nueras. Ocho personas en total con él incluido habría de librarse de la destrucción total que padecería la humanidad completa. La familia de Noé entraría en el arca solo por ser pariente suyos, no por otra causa.
El acuerdo que Dios hizo con Noé tenía estos beneficios. Un beneficio por demás muy grande porque implicaba que por su infinita gracia Dios nos excluyó de su favor, sin otra virtud que pertenecer a la familia de Noé, una expresión de la bondad infinita del Señor para quien no merece ningún bien.
Es sumamente aleccionadora la forma en que Dios trató a Noé porque nos muestra que un hombre justo, intachable y que camina con Dios puede lograr que su familia se acerque al Creador y librar el castigo eterno.
B. Para salvar a los animales
Del verso diecinueve al veinte encontramos las siguientes palabras:
Y de todo lo que vive, de toda carne, dos de cada especie meterás en el arca, para que tengan vida contigo; macho y hembra serán. 20 De las aves según su especie, y de las bestias según su especie, de todo reptil de la tierra según su especie, dos de cada especie entrarán contigo, para que tengan vida.
Noé salvó a su familia y a todos los animales que hoy en día conocemos porque Dios le dio instrucciones precisas al respecto. Metería al arca dos de cada especie, un macho y una hembra. Así sería con las aves, las bestias y los reptiles.
La construcción en tres pisos del arca le permitiría separar a estas tres clases de animales que juntos les podrían causar grandes conflictos, sin embargo Dios tomó en consideración todo lo que conllevaba introducir en un mismo lugar bestias y aves que no puede cohabitar por sus misma naturaleza.
Dios tomó todas las prevenciones necesarias para que los animales se extinguiera junto con toda la humanidad que habría de perecer con el diluvio.
C. Para sustentar su vida
Dios tomó todas las consideraciones para ayudar a Noé en ese trascedental evento que se avecinaba en este mundo y por eso le indicó lo siguiente:
Y toma contigo de todo alimento que se come, y almacénalo, y servirá de sustento para ti y para ellos.
Además de su familia y los animales, Noé tenía que llevar consigo alimento tanto para sus seres queridos como para los animales. Es claro que su dieta en el arca sería estrictamente vegetal porque no habría carne ya que ningún animal comestible iba a ser sacrificado al interior de lo que sería la casa de todos.
Su estancia en el arca sería más allá de los cuarenta días porque tendrían que esperar que las aguas decrecieran, lo que en efecto ocurrió. El diluvio comenzó en seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo, en el día siete y concluyó en el año seiscientos uno, del mes segundo, en el día veintisiete, Dios le dijo que saliera del arca.
Fueron once meses los que las ocho personas y todos los animales permanecieron en el arca y tuvieron que subsistir con los alimentos que Noé ingresó como Dios le indicó.
D. Para obedecer a Dios
El verso veintidós de nuestro estudio dice así:
Y lo hizo así Noé; hizo conforme a todo lo que Dios le mandó.
Noé no sabía cuanto iba a durar el diluvio. No sabía que al entrar pasarían once largos meses de su vida en un pequeño lugar junto con su familia y muchos animales, pero hizo algo que le permitió sortear tan grande compromiso: obedeció al Señor en todo lo que le mandó. No se opuso.
Tampoco hizo según su opinión. Algunas versiones dicen que Noé hizo exactamente lo que el Señor le indicó.