La Biblia dice en Isaías 53:11-12
Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos. 12 Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.
Introducción
La muerte de Cristo en al cruz expuesta por Isaías en su libro no fue ociosa ni estéril. Tuvo muchas consecuencias positivas para toda la humanidad. Su dolor y padecimientos sirvieron no solo para salvar a los seres humanos, sino también para tener un referente único y poderoso a la hora de sufrir.
Los sufrimientos narrados por el profeta tienen su amplia explicación en la epístola a los Romanos, escrita por Pablo encontramos perfectamente explicada la redención humana con todos sus alcances, beneficios y sobre todo con sus repercusiones en la vida de cada uno de los creyentes.
Antes de padecer, Jesús lo explicó de la siguiente manera en el evangelio de Juan capítulo 12, verso 20-26:
Había ciertos griegos entre los que habían subido a adorar en la fiesta. 21 Estos, pues, se acercaron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le rogaron, diciendo: Señor, quisiéramos ver a Jesús. 22 Felipe fue y se lo dijo a Andrés; entonces Andrés y Felipe se lo dijeron a Jesús. 23 Jesús les respondió diciendo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado. 24 De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto. 25 El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.26 Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.
La vida de Jesús entregada en la cruz tuvo un resultado y logró fructificar dándole al hombre una nueva esperanza.
Pascua 2022: El doloroso camino de Cristo para salvarnos
Un camino con frutos
A. Para quedar satisfecho
B. Para justificar a muchos
C. Para tener un lugar de victoria
Llegamos al final de nuestra serie.
Luego de seis estudios basados en el capítulo cincuenta y tres del libro del profeta Isaías llegamos al final de nuestra serie de la pascua 2022. Hoy tenemos el último estudio que lleva el título “Un camino con frutos” que está anclado en los últimos dos versos de este profundo capítulo.
A. Para quedar satisfecho
El verso once de nuestro estudio dice de la siguiente manera:
Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho.
La versión Reina Valera 1960 traduce “verá el fruto” mientras otras versiones vierten “verá la luz” que surge porque el verbo “ver” se asocia la expresión de Génesis que dice y vio Dios que la luz era buena. La versión Reina Valera se inclina por “verá el fruto” por el contexto inmediato y me inclino por hacer lo mismo.
La aflicción que vivió Cristo en la cruz tuvo un resultado que al final de cuentas lo dejó satisfecho. La palabra “satisfecho” procede la raíz hebrea “saba” que significa saciado o suficiente. La muerte de Cristo fue suficiente para las demandas que Dios tenía con respecto a la condición del hombre.
La muerte de Cristo bastó para apaciguar la ira de Dios sobre los hombres porque con su entrega a través de la aflicción que vivió el hombre alcanzó la expiación que requería y no hay otra manera u otra forma de justificarse ante Dios. El cordero inmolado logró con creces ponerse en lugar de los seres humanos.
Nunca serán sin valor o sin sentido los sufrimientos que Cristo vivió en el calvario.
B. Para justificar a muchos
Ante Dios el hombre era culpable. El pecado de Adán se convirtió en el mal más grande que aquejó a sus descendientes. Aquella desobediencia de comer el fruto prohibido en el huerto del Edén devino en maldades e iniquidades inimaginables que convirtieron al hombre en un enemigo de su Creador.
La sentencia que recayó sobre él, entonces, fue de culpabilidad. Era reo de eterna condenación y algo se tenía que hacer para sacarlo de esa penosa, lamentable y condenable condición. El hombre requería con urgencia del auxilio divino y Jesús apareció justamente para justificarlo.
La justificación la entendemos perfectamente cuando leemos la carta a los Romanos. Dios, por medio de muerte de Cristo que Isaías relata detalladamente, perdonó al hombre y lo declaró justo, en otras palabras lo justificó. Por sí misma la humanidad no podía ni puede hacer nada. La declaración de inocencia procede de la muerte de Cristo.
La muerte de Jesús no es un espectáculo para recordar cada año, tampoco es un hecho que nos lleve al sentimentalismo, mucho menos es un acto para compungirnos un momento y luego volver a ser exactamente los mismos. La muerte de Cristo es un desafío a volvernos a Dios con todo nuestro corazón.
Los sufrimientos de ese varón de dolores, experimentado en quebranto, cobra sentido cuando respondemos afirmativamente a su ejemplo, cuando asumimos con plena conciencia que su muerte fue por nosotros. Que la razón de su sacrificio fuimos cada uno de nosotros que nos desviamos como ovejas, que cada cual se apartó por su propio camino.
C. Para tener un lugar de victoria
El Mesías que vendrá por segunda ocasión ya no vendrá en debilidad como llegó la primera ocasión. Vendrá para vencer y derrotar a todos sus adversarios. Así lo contemplo Pablo cuando habló de él en el capítulo dos de la carta a los Filipenses.
Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
A diferencia de lo que muchos ven en el monte Calvario, Cristo triunfó. Cristo no fue vencido sino que venció. Así lo escribió Pablo en el primer capítulo de la carta a los Colosenses.
13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él,perdonándoos todos los pecados, 14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, 15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.