La Biblia dice en Eclesiastés 5: 18-20

18 He aquí, pues, el bien que yo he visto: que lo bueno es comer y beber, y gozar uno del bien de todo su trabajo con que se fatiga debajo del sol, todos los días de su vida que Dios le ha dado; porque esta es su parte. 19 Asimismo, a todo hombre a quien Dios da riquezas y bienes, y le da también facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce de su trabajo, esto es don de Dios. 20 Porque no se acordará mucho de los días de su vida; pues Dios le llenará de alegría el corazón.

Introducción

El libro de Eclesiastés fue escrito por Salomón y en ese volumen de la Escritura el rey sabio de Israel diserta sobre la brevedad de la vida, las contradicciones de la existencia humana y la necesidad de encontrar en Dios el sentido de la vida. La búsqueda de las riquezas forma parte de una de las maneras en las que el hombre desgasta su vida.

El capítulo cinco de ese libro están dedicados a hablar sobre ese tema que ocupa al escritor del libro porque el dinero es uno de os ejes sobre el que la vida de muchas personas gira. Al decir algunas personas, lo hago para señalar que hay personas que viven para el dinero de tal manera que se entregan en cuerpo y alma para obtenerlo.

Salomón busca que todos nosotros podamos poner en consideración en que invertimos nuestra existencia a fin de que al final de la jornada evitemos la frustración de habernos ocupado en una tarea que extrajo toda nuestra fuerza y descubrir que fue vanidad de vanidades.

Sin embargo en los versos con los que concluye el capítulo cinco, Salomón establece una de actividades que el hombre puede y debe hacer durante su paso en esta tierra: disfrutar del bien de su trabajo con que se afana debajo del sol porque esto forma parte de lo que puede y debe hacer.

De hecho esta es la recomendación que Salomón repite una y otra vez a lo largo de todo su libro. Ante la vanidad de la vida, ante lo superfluo de las riquezas, el placer, el conocimiento y todo obra humana, así como las contradicciones de la existencia humana, Salomón pide a hombres y mujeres que disfruten lo que han obtenido por su labor en este mundo.

Salomón sabe que hay muchas personas que obtienen riquezas en esta vida, pero no las disfrutan ya sea porque los derrota la codicia y avaricia o porque la obtienen con demasiados sacrificios que cuando tienen recursos económicos les es muy difícil gastarlos porque piensan que es algo inapropiado.

Salomón hace una pausa durante su largo sobre las riquezas producto de injusticia, los bienes obtenidos dañando a otros, para hablar de las riquezas obtenidas con trabajo y dedicación si hacer mal a nadie. Esas riquezas son las que que Dios bendice y le da a sus propietarios la capacidad de disfrutar.

El hombre se debate entre lo vano y lo eterno

Porque a veces no disfruta el fruto de su trabajo

A. Aunque es algo bueno
B. Aunque es un don de Dios
C. Aunque no lo llegue a entender

En la literatura española uno de los escritores que mejor ha retratado al rico avaro, incapaz de disfrutar sus bienes es Benito Pérez Galdós en los cuatro volúmenes de su personaje Torquemada, un adinerado español, corriente como él solo, pero inmensamente rico gracias a la usura y las inversiones de su dinero ganado despojando a sus semejantes.

Su encumbramiento social, que no económico, debido a su matrimonio con una familia de alcurnia venida a menos y la manera en que alcanza roce social con la aristocracia española narrada de manera magistral por Pérez Galdós nos ofrece las grandes dificultades que enfrenta un hombre rico para gastar lo que tiene.

La lectura de la novela nos acerca al mundo de quienes les ha costado mucho trabajo dejar la pobreza y tener condiciones económicas solventes, pero que lucha encarnizadamente por utilizarla no para beneficio de los demás, sino para beneficio propio. La obra del literato español es deliciosamente encantadora y muy divertida.

Nos hace ver cuantos hombres han quedado atrapados en sus riquezas. Nos recuerda que la fábula del rey Midas es más que actual porque hay muchos seres incapaces de usar un centavo para ellos mismos como si el dinero en lugar de ser benefactor se convierte en un tirano que los consume y destruye.

Salomón no se equivoca cuando dice que es un don de Dios que un hombre con dinero pueda disfrutarlo. Es una facultad que Dios otorga para quienes tienen bienes puedan gozarlos y deje de preocuparse tanto por la vida.

A. Aunque es algo bueno

Cuando Dios creó todo en el libro de Génesis expresó cada día que lo creado era bueno. Cuando creó al hombre dijo que era bueno en gran manera. De esa forma el Señor establecía con toda claridad que había cosas que en la vida del ser humano tendrían un carácter distinto al bueno.

En el libro de Eclesiastés el autor aborda las grandes contrariedades de esta vida y en medio de todo ello señala algo bueno que el hombre puede hacer para enfrentar los sinsentidos de la vida, las paradojas existenciales y los eventos inesperados que rompen con la armonía en su vida.

Dice Salomón: “He aquí, pues, el bien que yo he visto: que lo bueno es comer y beber, y gozar uno del bien de todo su trabajo con que se fatiga debajo del sol, todos los días de su vida que Dios le ha dado; porque esta es su parte.”

Disfrutar del bien del trabajo de cada uno de nosotros es lo mejor que podemos hacer porque en esta vida sucederán muchas cosas que nos dejarán perplejos y a veces sin aliento no solo en nuestra propia vida sino en todo lo que veremos en amigos, familiares y semejantes.

Disfrutar de la vida, por supuesto bajo la sobriedad y el cuidado personal, es una prerrogativa que Dios nos ha dado a todos. Dios no se molesta si tu disfrutas de lo que tienes y has ganado con la labor que haces. Hay personas que piensan que es malo disfrutar lo que has ganado.

B. Aunque es un don de Dios

Debemos saber y considerar seriamente que no todas las personas que tienen mucho dinero pueden disfrutar lo que han ganado. Incluso eso es un don de Dios. Dios da la capacidad de gozar del fruto del trabajo a quienes a él le place porque es un hecho que otros no podrán hacerlo.

Que grande es Dios. No todas las personas pueden pasarla bien con lo que tiene. Esa facultad viene de su mano y aquí queda claro o entendible cuando dice el libro de Proverbios que la bendición de Dios es la que enriquece y no añade tristeza con ella. Esa es una verdad que solo podemos apreciar cuando leemos este pasaje que hoy estudiamos.

Es una tristeza enorme en este mundo ver personas que se afanan por tener y tener y cuando ha acumulado tanto son incapaces de gastarlo en ellos mismos porque el miedo a perder lo obtenido o la avaricia desmedida los ha dejado inválidos para gozar de lo que han ganado invirtiendo su vida misma.

C. Aunque no lleguen a entenderlo

Para muchos resulta dificil entender que Dios es que da la facultad de disfrutar los bienes. Salomón sabe bien lo que dice porque fue su experiencia personal y la que observó durante su existencia.

Indígena zapoteco de la sierra norte de Oaxaca, México. Sirvo a Cristo en la ciudad de Oaxaca junto con mi familia. Estoy seguro que la única transformación posible es la que nace de los corazones que son tocados por Dios a través de su palabra.

Deja tu comentario