La Biblia dice en Eclesiastés 5: 11-12

Cuando aumentan los bienes, también aumentan los que los consumen. ¿Qué bien, pues, tendrá su dueño, sino verlos con sus ojos? Dulce es el sueño del trabajador, coma mucho, coma poco; pero al rico no le deja dormir la abundancia.

Introducción

Pensar que las riquezas tienen alguna desventaja o que pueden provocar males a sus tenedores parece algo increíble o inaceptable. Todos creemos que con las riquezas vienen a nuestra vida toda clase de bienes y una tranquilidad inmensa de sabernos o considerarnos ricos, pero no.

Salomón, un rey que fue inmensamente rico y que observó con ojos críticos lo que sucedía en la vida de quienes detentaban muchas riquezas nos enseña que no necesariamente los bienes materiales traen la ansiada felicidad que muchos le atribuyen, al contrario a veces traen más males que bienes.

El autor del Eclesiastés esta disertando sobre el tema del dinero, los bienes, las riquezas y los ricos para enseñarle a sus lectores y escuchas un tema fundamental en la vida de las personas porque la vida se puede escapar buscando mucho dinero y cuando se ha encontrado puede resultar insatisfactorio.

El Predicador esta sumamente interesado en lograr que sus lectores puedan comprender que las riquezas tienen ventajas, claro, pero también tienen desventajas. Pensar que solo traen bienes es completamente equivocado y quiere ahorrarle sinsabores a quienes se aventuran a buscarlas.

Sabe que a pesar de estas advertencias habrá muchos que pensarán que las riquezas son su destino y se dedicarán a buscarlas con desesperación sin importar que tengan que hacer con tal de llegar a ellas. Pero la advertencia está hecha para que cuando vengan las dificultades sepan que alguien les advirtió lo que ocurriría.

Salomón nos ofrece una perspectiva poco presentada o exhibida por quienes han tomado como enseñanza fundamental la teología de la prosperidad que enseña a buscar de Dios bienes materiales como si Dios estuviese interesado en proporcionar a sus hijos bienes de todo tipo. Esa es una equivocación terrible.

Salomón nos ofrece una perspectiva muy importante: las riquezas en lugar de llenarnos de dicha y paz, en realidad nos llena de ansiedad.

Por eso las palabras que ofrece el autor del libro de Eclesiastés resultan muy pertinentes y oportunas para quienes en su corazón o en su interior desean obtener riquezas a toda costa, pensando que ellas le darán el bienestar ansiado en sus vidas. Deben saber que eso no sucederá y lo deben hacer para no frustrarse.

El hombre se debate entre lo vano y lo eterno

Porque ignora las desventajas de las riquezas

I. Solo pueden contemplarse
II. Quitan el sueño

Para entender las palabras que dirige Salomón a sus escuchas debemos tener presente el tema central de todo su libro. El rey de Israel ha señalado que todo en la vida es vanidad de vanidades. Ya al principio del libro nos ha llevado al tema de las riquezas y los bienes y ha explicado que no pueden satisfacer las necesidades internas de los hombres.

Ahora ofrece aspectos prácticos que ha mirado en sus agudas observaciones. Las riquezas en su conjuntos son incapaces de llenar la vida de los seres humanos, pero ahora aborda aspectos que tienen que ver con lo que sucede cuando una persona se vuelve rica o se llena de bienes.

En dos versos nos presenta el terrible contraste de lo que hacen el dinero en la vida de quienes se llenan de él, independientemente de que haya sido de manera lícita o ilícita. El dinero no produce todo lo que la gente piensa que hace. Salomón quiere desmitificar una de las tantas mentiras con las que engaña el dinero.

I. Solo pueden contemplarse

El verso once de nuestro estudio dice así: Cuando aumentan los bienes, también aumentan los que los consumen. ¿Qué bien, pues, tendrá su dueño, sino verlos con sus ojos?

Algunas versiones traducen este verso de la siguiente forma: Porque mientras más se tiene, más se gasta. ¿Y qué se gana con tener, aparte de contemplar lo que se tiene? (Biblia Dios Habla Hoy). Donde abundan los bienes, sobra quien se los gaste; ¿y qué saca de esto su dueño, aparte de contemplarlos? (Nueva Versión Internacional).

Salomón está presentándonos una verdad muy importante: El dinero genera gastos porque las personas conforme tiene más y más dinero sus gastos se incrementan. Algunos en gastos supeflúos otro en inversiones y si bien tienen mucho dinero en realidad lo tienen invertido en diferentes actividades y solo pueden verlos con sus ojos.
De acuerdo a Salomón, las riquezas producen muchos consumidores, principalmente los dependientes de la persona adinerada. Ellos son los primeros en gastar el dinero y a veces sin sentido, tema que Salomón abordara más adelante, sin embargo al rico le resta contemplar sus riquezas solamente.

En México tenemos a uno de los hombres más ricos del planeta. Me refiero a Carlos Slim Helú dueño de Telmex y Telcel. En libro “Slim, biografía política del mexicano más rico del mundo” del escritor Diego Enrique Osorno, podemos leer al respecto:

“Le pidió que prepara mil ejemplares para sus clientes especiales de Inbursa, el banco del que dueño, como también lo es de deenas de empresas en una veintna de países, incluyendo la de telecomunicaciones más gigante de Latinoamerica, una compañía industrial de cables eléctricos, hospitales, minas de oro petroleras, cigarreras…”.

También de “el predio en torno al cual está un pirámide prehispánica en el Distrito Federal, (hoy Ciudad de México), tiendas Saks Fifth Avenue, fábricas de bicicletas, empresas de cable en favelas de Brasil, líneas de ferrocarriles, constructoras, acciones de The New York Times y la colección más completa de moldes de esculturas de Auguste Rodin.”

Este hombre tiene mucho, muchísimo dinero, pero solo puede contemplarlo porque aunque gaste diariamente un millón de dolares su fortuna nunca se terminará porque de acuerdo a ese libro en el año 2015 su fortuna se calculaba en ochenta mil millones de dólares, cifra que ha aumentado considerablemente a cinco años de distancia.

II. Quitan el sueño

El verso doce de nuestro texto en estudio dice de la siguente forma: Dulce es el sueño del trabajador, coma mucho, coma poco; pero al rico no le deja dormir la abundancia.

Las riquezas vuelven ansiosas a las personas porque tener mucho quita el sueño. El insomnio es, de acuerdo a Salomón, la desventaja de tener mucho dinero. Las preocupaciones son múltiples por parte de quienes detentan dinero en grandes cantidades: se pueden perder sus bienes.

Salomón aprovecha aquí para resaltar que la persona que vive al día como trabajador o asalariado tiene dulce sueño, independientemente de que coma poco o coma mucho porque nada le preocupa. En cambio el hombre con muchos bienes se llena de ansiedad ante la posibilidad de perder sus tesoros.

La gente que vive al día puede dormir bien, descansar tranquila, reposar a gusto por las noches en vista de que no vive angustiado por lo que será de sus bienes.

Indígena zapoteco de la sierra norte de Oaxaca, México. Sirvo a Cristo en la ciudad de Oaxaca junto con mi familia. Estoy seguro que la única transformación posible es la que nace de los corazones que son tocados por Dios a través de su palabra.

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