La Biblia dice en Romanos 5: 3
Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia.
Pablo no solo se llenaba de satisfacción personal, se gloriaba, decía él, de la esperanza que tenía en Cristo Jesús, sino también se sentía satisfecho por las tribulaciones que a diario experimentaba, dejándonos ejemplo de lo que se debe hacer con las dificultades, problemas, sin sabores y adversidades que vienen por creer en Cristo Jesús.
Para el apóstol Pablo el sufrimiento en la vida cristiana no debía ser un motivo de tristeza, vergüenza u oprobio, sino una razón más para alegrarnos en el Señor que puede consolarnos y nos consuela siempre con su ternura porque sabe lo que enfrentamos cuando le servimos de corazón.
La actitud que Saulo de Tarso asumía ante el dolor que se experimenta cuando a nuestra vida llegan esa clase de circunstancias que nos atribulan grandemente no era de desaliento o desanimo, sino de beneplácito porque formaba parte de un plan perfecto que Dios tiene trazado para la vida de cada creyente.
De hecho el sufrimiento forma parte de uno de los mecanismos que hacen que los hijos de Dios formen no solo su carácter sino expresen de manera explícita su fe en Cristo Jesús, varón experimentado en dolores como perfectamente lo define el profeta Isaías cuando anuncia las grandes y terribles dificultades que tendría en esta tierra.
Dice Pablo que el sufrimiento produce paciencia con lo que nos queda claro que llorar por aquello que nos atormenta y que ha llegado a nuestra vida sin saber por qué, ya que vivimos piadosamente, tiene un carácter cien por ciento pedagógico. El dolor, las tribulaciones y las adversidades nos servirán para tener paciencia.
La paciencia es la capacidad de esperar en lo que Dios hará para ayudarnos a salir adelante en esos momentos. Al sufrir por la piedad, lo que en realidad estamos haciendo es someternos a un curso intensivo de paciencia para aprender a confiar cada vez más en el Señor.
Por eso Pablo se llenaba de satisfacción u orgullo si se quiere cuando se veía sometido al “laboratorio” de las dificultades dolorosas porque sabía que con ello experimentaba lo que el Maestro había padecido cuando tomó la cruz del calvario para redimirnos dejándonos ejemplo para seguir sus pisadas.