La Biblia dice en Efesios 1:3

“Alabemos al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, pues en nuestra unión con Cristo nos ha bendecido en los cielos con toda clase de bendiciones espirituales.”

Hay una palabra predominante en este versos que hoy meditamos. Es la palabra “bendecir”. Se usa en tres ocasiones. La versión Dios Habla Hoy que es la que utilizo para los devocionales que les comparto traduce alabemos, pero en el griego esa palabra es la misma que se usa en “nos ha bendecido” y “toda clase de bendiciones”.

La versión Reina Valera 1960 nos permite apreciar mejor el texto cuando dice: Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo. Lo utiliza como sustantivo y como verbo dos veces.

La raíz griega de donde procede esa expresión es “eulegia”. Esa palabra se ha transformado al español como “elogio” que significa enaltecimiento, ponderación, encomio, panegírico, o una loa basada por un mérito, virtud o reconocimiento que se da a una persona por lo que ha hecho. La palabra bendecir se puede traducir, entonces, como elogiar.

En este contexto es sencillo comprender que los creyentes debemos darle al Señor loas, enaltecerlo, es decir, elogiamos a Dios por lo que es y lo que ha hecho por nosotros. Lo bendecimos, pues, pero la interrogante que surge en nuestra mente es qué significa que hemos sido bendecidos en los cielos y también qué quiere decir bendiciones espirituales.

Para ello debemos saber que la palabra “eulegia” es rica en significados y también se traduce como generoso y beneficio. Así la encontramos traducida por ejemplo en 2ª de Corintios 9:5-6 donde Pablo pide generosidad a la hora de hacer la recolecta para los hermanos de Jerusalén que enfrentaban serios problemas de subsistencia.

En estos términos Pablo nos está diciendo que debemos tributarle loas y elogios a Dios porque ha sido generoso con nosotros dándonos grandes beneficios espirituales. Gracias a Cristo usted y yo disfrutamos de la generosidad del Señor en una de las áreas que más necesitamos que es justamente en lo espiritual.

Eso quiere decir que usted y yo estamos completos, que no necesitamos nada porque en Cristo hemos sido saciados de todos los beneficios espirituales que necesitamos y el Señor lo ha hecho con generosidad. No tenemos que mendigar amor, por ejemplo, pues él nos ha colmado de su amor.

Nadie debe sentirse solo, pues Cristo llena absolutamente cualquier clase de soledad. Nadie debe sentirse despreciado, pues, Cristo nos ha recibido con sus brazos de amor.

Indígena zapoteco de la sierra norte de Oaxaca, México. Sirvo a Cristo en la ciudad de Oaxaca junto con mi familia. Estoy seguro que la única transformación posible es la que nace de los corazones que son tocados por Dios a través de su palabra.

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