La Biblia dice en Proverbios 25:4-5
Quita las escorias de la plata, y saldrá alhaja al fundidor. 5 Aparta al impío de la presencia del rey, y su trono se afirmará en justicia.
Introducción
La joyería fue una de las grandes contribuciones del pueblo hebreo a la humanidad. Desde tiempos inmemoriales los judíos han sido grandes artesanos con el oro, la plata y el bronce para elaborar toda clase de joyas que subliman a las mujeres desde que las ven y no se diga cuándo las portan.
Pero el trabajo con los metales comienza desde su descubrimiento. En la vetas de oro, plata y bronce esos materiales se encuentran combinados con piedras y tierra y cuando se comienzan a explotar las minas siempre debe haber una proceso de refinamiento para que aretes, anillos, pulseras, cadenas y toda clase de joyas sean en verdad bellas.
Los yacimientos de metales no servirían de nada si automáticamente se trabajaran sin limpiarse o purificarse y ese ejemplo lo utiliza Salomón para enseñarnos un principio muy importante para la vida no solo de los gobernantes sino también para cada uno de nosotros en estos difíciles días de sinrazón.
El texto tiene múltiples enseñanzas para todos nosotros. Puede entenderse desde el punto de vista interno y desde una perspectiva externa. En el primer punto podemos comprender que todos tenemos talentos, capacidades y destrezas con las que nacemos y si ponemos un poco de esfuerzo podemos cultivarlas y lograr grandes metas.
En el segundo punto podemos decir que a nuestra vida pueden llegar personas que les abrimos nuestro espacio, pero en lugar de aportar a nuestra vida, lo que hacen es generarnos conflictos ya sea por su personalidad o por su forma de conducirse en determinados asuntos y es allí cuando esta instrucción nos puede resultar muy útil.
Se trata de entender que quitar de nuestra vida todas aquellas cosas que estorban a nuestros fines. Por cierto la palabra quitar que usan los versos que hoy meditamos también se traducen como despojar, sacar, eliminar y separar lo que nos ofrece un mejor entendimiento de lo que Salomón propone.
Debemos de quitar ciertas actitudes y también a determinadas personas que nos permitan mejorar nuestras cualides y por consiguiente podamos hacer trabajos de excelencia.
Instrucciones para tiempos sin razón
La instrucción para mejorar las cualidades
A. Como la plata para fabricar alhajas
B. Como el gobernante para administrar
A.Como la plata para fabricar alhajas
El verso cuatro de nuestro estudio dice de la siguiente manera:
Quita las escorias de la plata, y saldrá alhaja al fundidor.
Una de las actividades humanas que más dedicación reclama es la orfebrería porque las personas dedicadas a esta labor deben tener una paciencia infinita para trabajar con metales como el oro y la plata y sobre todo porque el material para emprender su trabajo debe estar completamente limpio.
Los orfebres judíos alcanzaron una notable fama porque sus joyas alcanzaban niveles artísticos de belleza inigualable. Anillos, aretes, pendientes y pulseras embellecieron a las mujeres de la época de Salomón y ni que decir de los reyes que usaron singulares coronas de oro, sin contar vasos, tazas y platos de esos materiales.
Algunas traducciones en lugar de alhaja usan el término copa en este texto que hoy consideramos para meditar.
El pasaje bíblico nos lleva a considerar la necesidad que tenían los artesanos de su época de contar con material limpio para su trabajo. Para dar forma a las más diversas joyas que la mente pudiera imaginar era necesario e indispensable quitar la suciedad del material. De su extracción a su uso había un trabajo de limpieza.
Para obtener una joya era un requisito indispensable pasar por un proceso de “purificación” mediante el cual la plata se encontraba lista para elaborar cualquier tipo de obra. La plata se extraía con impurezas, Salomón las llama escorias, y era imposible trabajar con ella en ese estado, en su estado natural.
Salomón usa esta figura para enseñarnos una verdad de suyo interesante: todos los seres humanos tienen la posibilidad de aportar belleza a su entorno, pero es indispensable iniciar un proceso de “purificación” de su carácter para que todos puedan admirar y disfrutar su compañía o presencia como se hace con una joya.
Sí, todos los seres humanos tenemos bondad, pero traemos arrastrando la escoria de la vieja naturaleza que es necesario quitar, entonces saldrá a relucir una verdadera alhaja del gran orfebre llamado Dios, mientras no sea de esa manera nos tendremos que conformar con una orfebrería sucia y sin brillo.
Entonces será posible encontrar la inteligencia con la humildad, la belleza física con la belleza interna y el poder económico con la generosidad. De lo contrario solo tendremos lo más grotesco de un ser humano que pudiendo tener virtudes nos ofrece solo la parte menos bella de su ser.
C. Como el gobernante para administrar
El verso cinco de nuestro estudio dice de la siguiente manera:
Aparta al impío de la presencia del rey, y su trono se afirmará en justicia.
A las tareas de gobierno llegan toda clase de personajes. Así ocurría en tiempos de Salomón. Y quiero citarles un ejemplo que pienso puede ayudarnos mucho a entender este inquietante planteamiento que tenemos en esta tarde. Quiero que vayamos al Segundo Libro de Samuel 16:15 que nos refiere cuando aparece Ahitofel en la historia de la revuelta de Absalón.
Ahitofel era consejero de David, pero no fue leal con el rey cuando Absalón quiso convertirse en rey se plegó al hijo y no al padre y le dio este consejo:
Entonces dijo Absalón a Ahitofel: Dad vuestro consejo sobre lo que debemos hacer. Y Ahitofel dijo a Absalón: Llégate a las concubinas de tu padre, que él dejó para guardar la casa; y todo el pueblo de Israel oirá que te has hecho aborrecible a tu padre, y así se fortalecerán las manos de todos los que están contigo.
Entonces pusieron para Absalón una tienda sobre el terrado, y se llegó Absalón a las concubinas de su padre, ante los ojos de todo Israel. Y el consejo que daba Ahitofel en aquellos días, era como si se consultase la palabra de Dios. Así era todo consejo de Ahitofel, tanto con David como con Absalón.
El segundo consejo de Ahitofel fue el siguiente, pero no fue escuchado:
Entonces Ahitofel dijo a Absalón: Yo escogeré ahora doce mil hombres, y me levantaré y seguiré a David esta noche, 2 y caeré sobre él mientras está cansado y débil de manos; lo atemorizaré, y todo el pueblo que está con él huirá, y mataré al rey solo. 3 Así haré volver a ti todo el pueblo (pues tú buscas solamente la vida de un hombre); y cuando ellos hayan vuelto, todo el pueblo estará en paz. 4 Este consejo pareció bien a Absalón y a todos los ancianos de Israel.5 Y dijo Absalón: Llamad también ahora a Husai arquita, para que asimismo oigamos lo que él dirá. 6 Cuando Husai vino a Absalón, le habló Absalón, diciendo: Así ha dicho Ahitofel; ¿seguiremos su consejo, o no? Di tú. 7 Entonces Husai dijo a Absalón: El consejo que ha dado esta vez Ahitofel no es bueno. 8 Y añadió Husai: Tú sabes que tu padre y los suyos son hombres valientes, y que están con amargura de ánimo, como la osa en el campo cuando le han quitado sus cachorros. Además, tu padre es hombre de guerra, y no pasará la noche con el pueblo. 9 He aquí él estará ahora escondido en alguna cueva, o en otro lugar; y si al principio cayeren algunos de los tuyos, quienquiera que lo oyere dirá: El pueblo que sigue a Absalón ha sido derrotado. 10 Y aun el hombre valiente, cuyo corazón sea como corazón de león, desmayará por completo; porque todo Israel sabe que tu padre es hombre valiente, y que los que están con él son esforzados. 11 Aconsejo, pues, que todo Israel se junte a ti, desde Dan hasta Beerseba, en multitud como la arena que está a la orilla del mar, y que tú en persona vayas a la batalla.12 Entonces le acometeremos en cualquier lugar en donde se hallare, y caeremos sobre él como cuando el rocío cae sobre la tierra, y ni uno dejaremos de él y de todos los que están con él. 13 Y si se refugiare en alguna ciudad, todos los de Israel llevarán sogas a aquella ciudad, y la arrastraremos hasta el arroyo, hasta que no se encuentre allí ni una piedra.14 Entonces Absalón y todos los de Israel dijeron: El consejo de Husai arquita es mejor que el consejo de Ahitofel. Porque Jehová había ordenado que el acertado consejo de Ahitofel se frustrara, para que Jehová hiciese venir el mal sobre Absalón.
Fue tal la decepción de Ahitofel porque no le hicieron caso que se quitó la vida:
Pero Ahitofel, viendo que no se había seguido su consejo, enalbardó su asno, y se levantó y se fue a su casa a su ciudad; y después de poner su casa en orden, se ahorcó, y así murió, y fue sepultado en el sepulcro de su padre.
A la muerte de Ahitofel el gobierno de David fue confirmado, luego también de la muerte de su hijo Absalón. El gobernante que se hace acompañar de malvados y perversos solo se daña a sí mismo porque esos personajes terminarán por dañar su gobierno, pero al apartarlos su administración se afirmará en justicia.