La Biblia dice en Proverbios 26:2
Como el gorrión en su vagar, y como la golondrina en su vuelo, así la maldición nunca vendrá sin causa.
Introducción
Este verso tiene diversas traducciones que debemos atender para comprender que quiso decirnos el sabio Salomón sobre un tema de gran relevancia en la vida de las personas como lo es una maldición. Comprendiendo que una maldición es sumamente destructiva cuando cae sobre una persona o una familia.
La versión hebrea de Biblia lo traduce así:
Como el gorrión que revolotea, como la golondrina que vuela, así el insulto que no tiene motivo vuelve sobre el que lo profirió.
La Biblia Dios Habla Hoy lo hace de la siguiente forma:
Como gorrión perdido o golondrina sin nido, la maldición sin motivo jamás llegará a su destino.
La Biblia Peshita dice:
Cual gorriones y como ave que vuela por el viento, asi vaga la maldición sin causa.
La Nueva Traducción Viviente señala:
Como gorrión que revolotea o golondrina que vuela sin rumbo, la maldición inmerecida no llegará a quien iba dirigida.
La Biblia Católica de la iglesia en América apunta:
Como el gorrión en desbandada y la golondrina en vuelo es la maldición injusta: no llega a su destino.
La Biblia Nácar Colunga expresa:
Como pájaro vago y como golondrina que vuela es la imprecación sin motivo, no se cumple.
Todas estas versiones nos permiten entender que Salomón está hablando de la maldición. Aunque la versión hebrea traduce como insulto en lugar de maldición lo hace porque se está hablando de una condena sin efectos y por eso lo vierte como ofensa o insulto porque no tiene ninguna consecuencia como la maldición sí.
La palabra maldición que usa Proverbios procede la raíz hebrea “qelalah” que se usa por primera vez en Génesis 27: 12-13: “Quizá me palpará mi padre, y me tendrá por burlador, y traeré sobre mí maldición y no bendición. Y su madre respondió: Hijo mío, sea sobre mí tu maldición; solamente obedece a mi voz y ve y tráemelos.”
Pero donde mejor se presenta la expresión es en Deuteronomio 11:26-32 que dice:
He aquí yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición: 27 la bendición, si oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que yo os prescribo hoy, 28 y la maldición, si no oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y os apartareis del camino que yo os ordeno hoy, para ir en pos de dioses ajenos que no habéis conocido. 29 Y cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra a la cual vas para tomarla, pondrás la bendición sobre el monte Gerizim, y la maldición sobre el monte Ebal, 30 los cuales están al otro lado del Jordán, tras el camino del occidente en la tierra del cananeo, que habita en el Arabá frente a Gilgal, junto al encinar de More. 31 Porque vosotros pasáis el Jordán para ir a poseer la tierra que os da Jehová vuestro Dios; y la tomaréis, y habitaréis en ella. 32 Cuidaréis, pues, de cumplir todos los estatutos y decretos que yo presento hoy delante de vosotros.
Las maldiciones están enumeradas en Deuteronomio 27:11-26
11 Y mandó Moisés al pueblo en aquel día, diciendo: 12 Cuando hayas pasado el Jordán, estos estarán sobre el monte Gerizim para bendecir al pueblo: Simeón, Leví, Judá, Isacar, José y Benjamín.13 Y estos estarán sobre el monte Ebal para pronunciar la maldición: Rubén, Gad, Aser, Zabulón, Dan y Neftalí. 14 Y hablarán los levitas, y dirán a todo varón de Israel en alta voz: 15 Maldito el hombre que hiciere escultura o imagen de fundición,abominación a Jehová, obra de mano de artífice, y la pusiere en oculto. Y todo el pueblo responderá y dirá: Amén. 16 Maldito el que deshonrare a su padre o a su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén. 17 Maldito el que redujere el límite de su prójimo. Y dirá todo el pueblo: Amén. 18 Maldito el que hiciere errar al ciego en el camino. Y dirá todo el pueblo: Amén. 19 Maldito el que pervirtiere el derecho del extranjero, del huérfano y de la viuda. Y dirá todo el pueblo: Amén. 20 Maldito el que se acostare con la mujer de su padre, por cuanto descubrió el regazo de su padre. Y dirá todo el pueblo: Amén. 21 Maldito el que se ayuntare con cualquier bestia. Y dirá todo el pueblo: Amén. 22 Maldito el que se acostare con su hermana, hija de su padre, o hija de su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén. 23 Maldito el que se acostare con su suegra. Y dirá todo el pueblo: Amén. 24 Maldito el que hiriere a su prójimo ocultamente. Y dirá todo el pueblo: Amén. 25 Maldito el que recibiere soborno para quitar la vida al inocente. Y dirá todo el pueblo: Amén. 26 Maldito el que no confirmare las palabras de esta ley para hacerlas. Y dirá todo el pueblo: Amén.
Instrucciones para tiempos sinrazón
La instrucción de revisar las maldiciones
A. Las que no se cumplen
B. Las que se cumplen
Son dos las razones, que a mi juicio, por las que Salomón escribe este verso que hoy nos ayuda a reflexionar. Se trata de pensar que las maldiciones ciertamente existen. La maldición es una expresión o conjunto de palabras con la que se invoca o se desea el mal para una persona.
A. Las que no se cumplen
El uso de dos aves como el gorrión y la goldrina que muchas veces vuelan vagando o revolotean sin algún fin específico es el primer ejemplo que Salomón usa para hacernos ver que muchas maldiciones lanzadas contra nosotros tienen ese carácter, son vagas, sin sustento y sobre todo sin poder.
En estos tiempos llenos de maldad, con mucha facilidad nos lanzan imprecaciones que tienen como finalidad desear que no nos vaya bien, que a nuestra vida llegue una desgracia y calamidad y eso provoca en muchas personas zozobra, angustia y un enorme temor porque creen que esas palabras negativas tendrán alcance sobre nuestras vidas.
Pero en realidad ese tipo de expresiones no tienen ningún efecto. Son maldiciones lanzadas al calor del enojo y la frustración, pero sin sustento porque en muchas ocasiones a esas personas no se les ha hecho daño alguno y reaccionan de esa forma porque están sumamente molestas por algo o alguien.
El tema de las maldiciones siempre ha ocupado un lugar en el imaginario colectivo porque muchas personas creen que si alguien ha lanzado palabras negativas contra nosotros es muy probable que algo malo nos suceda.
B. Las que se cumplen
Por lo que leemos en el libro de Deuteronomio hay maldiciones que vienen no por lo que se dice contra nosotros, sino por lo que hacemos en nuestra vida. Debe, entonces, ocuparnos más lo que hacemos que lo que nos dicen, porque podemos estar hasta bendecidos por otros, pero si hacemos males como los mencionados en el Antiguo Testamento, hay muy poco que hacer por nosotros.
Las maldiciones sin causa no llegan, pero las maldiciones generadas por nuestra conducta sí, como la de deshonrar y maltratar a nuestros padres, dañar a la viuda, al huérfano y al extranajero.