La Biblia dice en Proverbios 25:19
Como diente roto y pie descoyuntado es la confianza en el prevaricador en tiempo de angustia.
Introducción
Salomón nos pide que sepamos escoger en quién confiar o a quién pedir ayuda cuando estamos viviendo tiempos de angustia, apuros, dificultades, desgracia y tribulación. Esos momentos en los que la vida se nos va. Esos momentos en los que requerimos el auxilio y una mano que nos sostenga o aliente debemos saber bien a quién recurrir.
El autor de los Proverbios nos dice en este proverbio a quien no debemos acudir. Dice el rey de Israel que no debemos ir con los prevaricadores. La palabra prevaricadores que usa el texto hebreo procede del vocablo hebreo “bagad” que literalmente significa infiel y que otras versiones traducen como traidor, pérfido, mentiroso, falso, hipócrita, desleal e infiel.
El sabio gobernante esta presentándonos con toda claridad a esa clase de personas que debemos evitar a toda costa cuando por alguna razón la vida nos pone en una situación apremiante y aunque no lo queramos debemos recurrir a alguien para que nos apoye debido a nuestra crítica situación.
Las crisis en la vidas de las personas generalmente les llevan a tomar decisiones apresuradas y en ocasiones ante lo desesperante de la situación eligen mal o escogen equivocadamente a la persona en la que van a confiar para salir adelante de la situación que están viviendo y caen en las manos de esta clase de personas.
El prevaricador, como lo le llama la versión Reina Valera 1960, es un persona incapaz de ayudar porque no tiene ni la voluntad ni el perfil para hacer por los demás porque piensa única y exclusivamente en él y terminará fallando gravemente a quien tuvo la desdicha de ponerlo como su auxilio.
De tal tamaño será su felonía que Salomón usa dos figuras retóricas para presentar o para explicar por qué no debemos poner nuestra vida en este tipo de seres: es cómo masticar con un diente roto o caminar con un pie cojo. Algo literalmente imposible si se presentara en nuestras vidas.
La mayoría de las versiones utilizan la expresión traidor para referirse al prevaricador porque un traidor es un mentiroso, falso, hipócrita, infiel y desleal, incluso pérfido por la felonía de maltratar a quien tuvo la desgracia de confiar en él. Salomón quiere que busquemos un perfil distinto a este a la hora de pedir ayuda.
Instrucciones para tiempos sinrazón
La instrucción de saber en quien confiar
A. Para tener fuerza
B. Para seguir avanzando
La palabra angustia que usa el rey sabio de Israel en este verso procede de la raíz hebrea “tsarah” que literalmente significa adversidad. Esos tiempos de mucho dolor y desesperanza que a veces llegan a nuestra vida, que son tan dolorosos que por eso algunas versiones vierten el término como tribulación, apuro, dificultad o de plano desgracia.
En esos momentos inevitablemente uno necesita de ayuda, socorro, auxilio ya sea moral o de carácter espiritual y por qué no? Hasta material. Y uno busca a alguien que nos pueda ayudar, y Salomón nos pide que en esos momentos tengamos cuidado de depositar nuestra confianza o seguridad en un desleal o traidor.
En otras palabra que sepamos buscar perfectamente en quién confiar porque de no hacerlo nuestra situación puede complicarse aún mas.
A. Para tener fuerza
La figura retórica utilizada por el rey Salomón cuando dice que confiar en un desleal es como querer comer con un diente roto o más allá intentar alimentarnos teniendo dolor de muelas, sencillamente imposible. En otras palabras en los momentos de dificultad necesitamos fuerza para seguir y esa no la dará un prevaricador o un traidor.
Hace ya varios años conocí esta estrujante historia de un pastor amigo mío que perdió a uno de sus hijos:
Poco antes de que su retoño de apenas unos cuantos años de edad muriera de una enfermedad fulminante, unos supuestos amigos suyos se acercaron para ofrecerle ayuda para trasladar al enfermo a una clínica con más recursos tecnológicos de medicina moderna que lo ayudarían a salvar la vida.
Para ello, le pidieron que depositara cierta cantidad de dinero en una supuesta cuenta del banco. El pastor en medio de su dolor, sintió que algo no andaba bien en esa solicitud y desistió de la ayuda, con el tiempo se supo que aquellos ni eran sus amigos, ni eran hermanos, sino unos defraudadores que querían obtener ganancia con el dolor ajeno.
Salomón no exageraba cuando nos pide que seamos cuidadosos en los tiempos de dificultad para pedir ayuda. No tratemos con los traidores o desleales.
B. Para seguir avanzando
El otro ejemplo que el monarca sabio de Israel nos ofrece es el de una persona con el tobillo quebrado, la pierna rota o el pie vacilante que a todas luces nos hace pensar en que los infieles son incapaces de ayudarnos para seguir avanzando cuando a nuestra existencia llegan momentos de gran adversidad.
Confiar en un traidor nos llevará irremediablemente a hundirnos en la tristeza y depresión al ver lo más ruin del ser humano, lo más despreciable de seres que en lugar de salir en nuestro auxilio buscan obtener un beneficio material para sus vidas y dejarnos con las manos extendidas.