La Biblia dice en 1ª Corintios 13: 3
Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.
Sin duda alguna las grandes acciones benéficas, los actos de altruismo y la entrega de la vida misma a favor de causas de toda índole son impactantes para todos. No es común que una persona destine todos sus bienes para ayudar a los necesitados, pero cuando alguien lo hace impresiona. Lo mismo ocurre con hombre que entregan su vida por apoyar a otros.
Pablo dice que aún con todo eso, resulta inútil si se hace sin tener amor. Lo que implica que hay personas que hacen todo eso buscando más bien notoriedad o llamar la atención, pero en realidad no los mueve el amor por los demás y eso hace que cualquier esfuerzo humano a favor de la gente sea nulo.
Los actos benéficos carecen de utilidad sin quien los lleva a cabo tiene falta de amor y de igual manera los actos heroicos sin amor no tiene utilidad para quien los realiza. Eso demuestra que los seres humanos podemos tener motivaciones equivocadas a la hora de hacer por los demás.
Es interesante que Pablo habla del don de dar. Una capacidad sobrenatural que hace que una persona se deshaga de sus posesiones y la entregue a los necesitados y en una acción por demás elevada entregue su vida o de su existencia a favor de otros. Sin amor, dice el apóstol esto es ineficaz e infructuoso.
Pablo nos lleva a pensar en la eficacia y competente que es el amor a la hora de sobrellevar nuestras relaciones humanas. No se trata de descalificar esas acciones, sino más bien de resaltar la preeminencia y superioridad del amor por encima de cualquier obra humana por más sacrificada y bondadosa que parezca.
Si el amor no impulsa lo que hacemos o decimos, entonces, estamos en grave riesgo de hacer cosas que impresionarán, tal vez, a los demás, pero que no sirven porque no nace de amar a nuestro prójimo. Pablo quiere que los creyentes de Corinto sepan claramente la motivación de todo lo que hacen.
Desprenderse de los bienes y aún de la vida misma será olor fragante para Dios si se envuelve en amor. Pero sin amor será inútil aún cuando se gaste una fortuna y se pierda la vida misma.