La Biblia dice en Romanos 11:16-21

16 Si las primicias son santas, también lo es la masa restante; y si la raíz es santa, también lo son las ramas. 17 Pues si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia del olivo, 18 no te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti.19 Pues las ramas, dirás, fueron desgajadas para que yo fuese injertado.20 Bien; por su incredulidad fueron desgajadas, pero tú por la fe estás en pie. No te ensoberbezcas, sino teme.21 Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti tampoco te perdonará.

Introducción

Pablo tiene el deseo de clarificar completamente la relación entre Israel y la iglesia para que los creyentes no se confundan ante estas dos entidades y nos ofrece el ejemplo de los olivos que es sencillo y simple pero muy esclarecedor para entender que no son lo mismo, que Dios trata con cada uno de ellos distinto y que nadie es más que otro.

El ejemplo de los olivos fue entendido perfectamente por los lectores romanos porque en los tiempos del primer siglo en Europa era común encontrar dos clases de olivo, el olivo natural y el olivo silvestre. La versión de la Biblia conocida como Torres Amat traduce en lugar de olivo silvestre la palabra “acebuche”.

Israel es el olivo natural y la iglesia es el olivo silvestre. Ambos comparten la misma raíz que para algunos comentaristas son los patriarcas que antecedieron a la ley. En esencia provienen del mismo tronco, pero son distintos por el trato que Dios les dispensó luego de la muerte y resurrección de Cristo.

Mientras las ramas del olivo natural fueron desgajadas, el olivo silvestre fue injertado para disfrutar de la raíz y la rica savia, pero de ningún modo ocupa su lugar. El olivo no fue cortado, solo las ramas, la raíz y el tronco se mantienen vivas, lo que significa que puede reverdecer en cualquier momento y reverdecerá según la promesa divina.

La iglesia es partícipe de la bendición de Israel, pero no ocupa su lugar. Israel fue desgajado, pero cortado. Esa verdad es expresada por Pablo para que los gentiles llamados a salvación no se sienta superiores a los hebreos, son, somos, solamente un injerto pegado por la incredulidad de ellos.

Aquí encontramos la bondad y severidad de Dios de manera nítida. Fue severo con Israel al desgajarlo y bondadoso con los gentiles al injertarlos de manera milagrosa, sin embargo Pablo le pide a la iglesia de los gentiles actuar con cautela y responsabilidad haciendo a un lado toda jactancia y toda soberbia.

Nos aconseja mejor actuar con temor porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, a las injertadas tampoco las perdonará.

Israel: La bondad y severidad de Dios
El ejemplo de los olivos
A. Israel, el olivo natural
B. La iglesia, el olivo silvestre

El olivo es un árbol común en el meditarráneo. En Jerusalén el Monte de los Olivos se conocía así porque había muchos árboles de esa especie del que se obtienen aceitunas y aceite que utilizaban los judíos. El árbol lo encontraban en toda esa región y Pablo lo usa para ejemplificar la relación Israel-Iglesia.

A. Israel, el olivo natural

Pablo compara a Israel con un olivo natural que fue desgajado o si se quiere entender mejor sus ramas fueron cortadas. Ese hecho ocurrió por una razón muy particular: no creyeron al mensaje de salvación que les predicó el propio Cristo y cayeron en obstinación cuando Pablo también les compartió las buenas nuevas de salvación.

Pablo comienza esta explicación señalando un principio espiritual básico: si las primicias son santas, lo es toda la masa. Para mejor comprender esta frase podemos utilizar la traducción de la versión Traducción en Lenguaje Actual que dice:

“Si alguien le ofrece a Dios el primer pan que hornea, en realidad le está ofreciendo toda la masa con que hizo el pan. Si a Dios se le ofrecen las raíces de un árbol, entonces también las ramas del árbol le pertenecen.”

Con estas palabras el apóstol refuerza el argumento que ha venido planteando a lo largo de estos capítulos: Dios no ha eliminado para siempre a Israel. Si bien las ramas fueron desgajadas, pero la raíz sigue presente. De hecho a esa raíz le fueron injertados los gentiles, pero de eso hablaremos más adelante.

Pablo quiere decirle a sus lectores que de momento Israel fue separado, pero no destruido para siempre, sino más bien fue endurecido para dar lugar a la salvación del mundo entero, a través de la iglesia y los creyentes no deben confundirse pensando que la historia de los hebreos terminó con la muerte de Cristo.

Esto sucedió por una razón fundamental, el olivo natural, Israel, cayó en incredulidad. La palabra incredulidad que usa la carta a los Romanos procede de la raíz griega “apistia” que el Nuevo Testamento usa once veces para señalar la falta de confianza en Dios, algunas traducciones la vierten como infidelidad.

Las ramas del olivo natural fueron desgajadas porque cayeron en incredulidad, es decir fueron infieles al llamado que Dios les había dado para ser luz a las naciones y tuvieron que ser endurecidas.

B. La iglesia, el olivo silvestre

La iglesia es el olivo silvestre, cuyas ramas fueron injertadas. No es el olivo natural. En otras palabras la iglesia es una entidad completamente distinta a Israel. No ocupa el lugar de Israel, no es Israel, si es pueblo de Dios, pero no en el sentido de desplazar a Israel, sino de complementarlo.

Ante esta verdad, Pablo hace al menos dos recomendaciones muy claras a los gentiles que de no ser pueblo de Dios y estar completamente distintantes del Dios del cielo y de la tierra ahora han sido hecho cercanos. De estar separados de él y ser hijo de ira, es decir estar bajo la molestia divina, ahora son llamados hijos de Dios.

  1. No te jactes contra las ramas

El hecho de que las ramas hayan sido desgajadas, no debe servir para que la iglesia caiga en jactancia. Esta palabra que usa el apóstol se origina o nace de la raíz griega “katakauchaomai” que tiene el sentido de arrogancia con sentimientos de superiodidad sobre los demás.

La iglesia no debe asumirse como superior a Israel, pero ha sucedido y Pablo sabía que ocurriría y por eso escribe que en caso de que la iglesia pudiera llegar a ese punto de sentirse más grande que Israel debía recordar que la iglesia no sustenta a la raíz, sino la raíz a la iglesia.

Aquí llegamos a un punto interesante que es la palabra raíz. Pablo la usa en este pasaje tres veces. ¿Cuál es la raíz? De ella procede tanto Israel como la Iglesia. La respuesta la encontramos en el mismo libro de Romanos. Cuando Pablo explica el tema de la fe se remonta a Abraham, del cual nace Israel y la iglesia es también beneficiada con el patriarca.

¿Por qué razón? Porque Abraham es el padre de la fe que fue justificado por sus obras que nacieron de la fe, es decir que fue justificado sin la ley porque la ley fue posterior a él. Cuando los gentiles abrazan la fe en Cristo Jesús asumen la misma acción de Abraham y esa raíz es de la que habla Pablo.

  1. No te ensoberbezcas

Al ver a Israel endurecido, siguiendo el ejemplo de Pablo, al ver las ramas del olivo natural desgajarse o ser cortadas por su dureza o incredulidad, era fácil asumir una actitud de orgullo ante ellos y por eso el apóstol le pide a los gentiles que no se llenen de soberbia y arrogancia.

La palabra “ensoberbecer” procede de la expresión griega “hupsélos phroneó” que traducido al españo quiere decir no tenga una opinión muy elevada de ti mismo. Esta expresión es usada por Jesús cuando Pedro le dice que no debe sufrir y él le contesta que no está poniendo la mira en las cosas de Dios.

La expresión implica que no está pensando o no esta considerando las cosas desde la perspectiva divina. La frase la usa en Romanos para decir que no debemos tener una opinión equivocada o muy alta de la iglesia frente a Israel. No quiere decir que la iglesia no tenga importancia o relevancia, claro que sí. Pero ese hecho no autoriza hacer menos a Israel.

Indígena zapoteco de la sierra norte de Oaxaca, México. Sirvo a Cristo en la ciudad de Oaxaca junto con mi familia. Estoy seguro que la única transformación posible es la que nace de los corazones que son tocados por Dios a través de su palabra.

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