La Biblia dice en Hebreos 1:4-6

Hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos.5 Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi Hijo eres tú, yo te he engendrado hoy, y otra vez: Yo seré a él Padre, y él me será a mí hijo? 6 Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice: Adórenle todos los ángeles de Dios.

Introducción

Los lectores de la carta a los Hebreos tenían en muy alta estima a los ángeles. El tema de la angeleología entre los judíos era común. La presencia de estos seres la conocían por los escritos de Moisés y los profetas. Ellos sabían perfectamente que Dios empleaba a esos mensajeros para hacerles llegar ordenes, respuestas y dirección.

El sueño de Jacob con la escalera de la que bajaban y subían ángeles es uno de los tantos pasajes que encontramos en el Antiguo Testamento donde se habla de ángeles. El libro de los salmos tiene muchos versos relacionados con el tema, por lo que era común encontrar entre los hebreos este tema.

Por alguna razón los cristianos a los que dirige su carta habían colocado a los ángeles como seres superiores al Salvador. O si se quiere plantear de otra forma, habían colocado a Jesús como un ser inferior a los mensajeros y por esa razón el escritor de la carta pasa a aclarar que Jesús es superior a los ángeles.

El Hijo como superior a los ángeles es el punto de partida de la carta a los Hebreos para una comunidad que estaba acostumbrada a confiar en esos seres. De esa manera el autor busca hacerles ver que si han confiado en los ángeles porque no confiar en alguien superior a ellos y de esa manera alcanzar la protección que buscaban.

El patriarca Abraham tuvo una relación estrecha con estos seres cuando llegaron a avisarle que Sodoma y Gomorra serían destruidas. Eliseo fue protegido por un ejército de seres angelicales que alcanzó a ver su sirviente cuando el profeta oró por él para que sus ojos fueran abiertos.

La intervención de los ángeles en el Antiguo Testamento generalmente está asociada o relacionada con salvación, cuidado y protección, por supuesto siempre con poder y autoridad para obrar de manera portentosa.
La tentación de pensar que el Hijo era inferior a los ángeles era muy grande puesto que Jesús había muerto de manera muy dolorosa y vergonzosa en la cruz. ¿Cómo creer que ese ser no pudo tener el auxilio de los ángeles? Aunque en realidad Jesús decidió prescindir de ellos, porque los pudo haber convocado u ordenado, pero no lo hizo.

La encarnación de Cristo, la incomparable revelación de Dios

III. Para mostrar que el Hijo es superior a los ángeles
A. Porque tiene más excelente nombre
B. Porque es el hijo de Dios
C. Porque Dios es el Padre del Hijo
D. Porque los ángeles le adoran

Los creyentes de todos los tiempos deben saber que Jesús es superior a los ángeles y a eso se abocará el autor de la carta.

A. Porque tiene más excelente nombre

El autor de la carta hace una comparación inicial entre el nombre que el Hijo recibió frente al de los ángeles. En la Biblia encontramos con nombre a Miguel y Gabriel, solamente. Y entre las clases de ángeles que encontramos localizamos a los querubines y serafines y también angeles con ese sencillo nombre.

¿Por qué Cristo tiene más excelente nombre o más diferente nombre que ellos? La respuesta es sencilla: En ninguna parte de la Escritura encontramos que podemos orar en el nombre de Miguel y Gabriel, en cambio encontramos una y otra vez la convocatoria de orar en el nombre del Hijo, es decir en en el nombre de Jesucristo.

La palabra griega que traduce la versión Reina Valera 1960 como “excelente” procede de la raíz griega “diaphoros” y ese vocablo se traduce como superior, excelente y más diferente. El nombre de Jesús es, en ese sentido, superior, excelente que el de cualquier ángel creado y sujeto a la voluntad del Padre.

La relevancia de esta afirmación reside en que la encarnación de Jesús limitó su naturaleza divina, pero no la difuminó. Frente a los ángeles que son poderosos, Jesús era su superior jerárquico porque ellos le sirven, según leemos en Mateo 4: 11.

B. Porque es el Hijo de Dios

La primera parte de la interrogante que plantea el verso cinco y que dice así: Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi Hijo eres tú, yo te he engendrado hoy? Es una cita textual del salmo número dos. La mayoría de los tratadistas opinan que el autor de la carta a los Hebreos utilizó mayoritariamente la versión de los LXX para escribir su epístola.

El salmo dos es una salmo mesiánico. No porque el autor de la carta a los Hebreos lo cite, sino porque el verso dos habla abiertamente del ungido del Señor y al citarlo dice abiertamente que al Ungido del Señor, el Creador lo llama su Hijo, a quien ha engendrado, es decir quien le ha dado la existencia.

Debemos comprender que la palabra “ungido” se aplicaba indistintamente para los reyes y sacerdotes debido a que antes de entrar en funciones eran ungidos con aceite como simbolo de apartamiento, dedicación y entrega a una labor. El Ungido del Señor se convirtió con el tiempo la forma de referirse al libertador que los hebreos esperaban.

Jesús era el Cristo, Mesías o Ungido y el salmo aplicaba perfectamente a su existencia, en ese sentido era el Hijo de Dios. Dios se asumía con su Padre y el salmo dice con toda claridad que le daría por herencia las naciones y como posesión suya los confines de la tierra, promesa que se cumplió completamente en Cristo.

C. Porque Dios es el Padre del Hijo

La segunda parte del verso cinco dice a modo de interrogación: ¿Por qué a cuál de los ángles dijo Dios jamás: Yo seré a él Padre, y él me será a mí hijo?, que es una cita tomada del segundo libro de Samuel 7: 14 en la que Dios establece su pacto con David, conocido también como pacto davídico.

Dios le dice allí a su siervo que de su estirpe se levantará un rey que afirmará para siempre su dinastía. La relación que tendría con ese descendiente de David sería como el de un padre con su hijo. El autor de la carta a los Hebreos cita ese verso en referencia directa a Jesús, quien fue conocido y reconocido entre sus contemporáneos como el Hijo de Dios.

Es muy notorio el dominio que el escritor de la carta a los Hebreos tenía sobre el tema del Hijo de Dios porque cita con precisión los versos que hablan de esta relación que existió y existe entre Jesús y el Padre. Es una relación de privilegio y sobre todo de convivencia armónica.

D. Porque los ángeles lo adoran

El verso seis de nuestro pasaje en estudio dice de la siguiente manera: Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice: Adórenle todos los ángeles de Dios.

La cita procede también del salmo 97:7 en el que los ángeles son convocados a adorar al Hijo de Dios. La lógica es sencilla: si los ángeles le adoran eso quiere decir que ni es inferior ni es igual a ellos, sino superior o de mayor jerarquía, lo que lo convierte en Dios mismo, digno de todo honor, autoridad y señorío.

Más adelante el autor de la carta hace una definición más acabada de los ángeles a los que llama ministros o servidores de quienes han de heredar la salvación.
Por ese solo hecho, la encarnación de Cristo nos muestra y demuestra su superioridad ante los ángeles.

Indígena zapoteco de la sierra norte de Oaxaca, México. Sirvo a Cristo en la ciudad de Oaxaca junto con mi familia. Estoy seguro que la única transformación posible es la que nace de los corazones que son tocados por Dios a través de su palabra.

Deja tu comentario