La Biblia dice en Proverbios 20: 6

Muchos hombres proclaman cada uno su propia bondad, pero hombre de verdad, ¿quién lo hallará?

La versión de la Biblia Dios Habla Hoy traduce este verso de la siguiente forma: “Hay muchos que presumen de leales, pero no se halla a nadie en quien se pueda confiar.” Y la Nueva Versión Internacional lo hace así: “Son muchos los que proclaman su lealtad, ¿pero quién puede hallar a alguien digno de confianza?”

La lealtad es un valor que se desarrolla poco. Es una flor muy rara entre la especie humana porque para que crezca se requiren convicciones profundas y en un mundo donde la conveniencia y el egoísmo prevalecen como el único camino para progresar o alcanzar bienes, practicarla parece una estupidez. 

Pero el compromiso con una causa o persona pinta de lleno a los seres humanos. La nobleza es pariente cercana de la lealtad. Un hombre malo no puede ser leal porque la nobleza no se le da, ni se le dará, si no hay una profunda transformación en sus valores porque la fidelidad necesita carácter para no cambiar nuestros pensamientos. 

La lealtad se manifiesta cuando la causa en la que se cree es atacada o carece de simpatías. La lealtad tiene valor cuando a la persona que se le profesa ha caído en desgracia y no tiene nada más que ofrecer. Seguir firmes en medio de la calamidad prueba fehacientemente el compromiso con algo o alguien. 

La lealtad que se da cuando todo esta bien, no es lealtad. En realidad es conveniencia porque mientras todo marcha bien cualquiera puede sumarse a una causa o persona, pero el gran reto es mantenerse creyendo lo mismo en la prosperidad o adversidad. 

Por eso Salomón escribe este proverbio porque hay mucha gente que se llena la boca presentándose como alguien leal, pero en cuanto cambia las circunstancias, cambia de actitud o abandona la causa. 

Del otro lado de la lealtad encontramos a la traición. Traicionar es lo que muchos hacen cuando han decidido convertirse en desleales. Ante esta clase de personas hay que tener mucho cuidado, pero sobre todas las cosas hay que tener mucho precaución de no ser así porque un desleal o un traidor es egoísta en elevados niveles y como persona poco puede ofrecer. 

Carece de valores, solo piensa en sí mismo y atiende solo sus intereses. Cuando pierde privilegios o canojías de inmediato retira su lealtad para buscar mejores proyectos. Aunque en realidad nunca tuvo compromiso con nada. 

Indígena zapoteco de la sierra norte de Oaxaca, México. Sirvo a Cristo en la ciudad de Oaxaca junto con mi familia. Estoy seguro que la única transformación posible es la que nace de los corazones que son tocados por Dios a través de su palabra.

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