La Biblia dice en 2ª Pedro 1:12-15

12 Por esto, yo no dejaré de recordaros siempre estas cosas, aunque vosotros las sepáis, y estéis confirmados en la verdad presente. 13 Pues tengo por justo, en tanto que estoy en este cuerpo, el despertaros con amonestación;14 sabiendo que en breve debo abandonar el cuerpo, como nuestro Señor Jesucristo me ha declarado. 15 También yo procuraré con diligencia que después de mi partida vosotros podáis en todo momento tener memoria de estas cosas.

Introducción

Los creyentes tienen una responsabilidad y un compromiso con su vocación y elección. No es algo menor, ni mucho menos sin relevancia. Al contrario es algo muy delicado que merece mucha atención o que requiere diligencia y sobre todo, una actitud muy cuidadosa porque de ello dependen su vida espiritual.

Pedro sabe que los creyentes podemos olvidar fácilmente nuestras obligaciones y por eso anuncia a sus lectores que mientras esté en vida se encargará de recordarles esas obligaciones, pero aún cuando esté muerto, los creyentes contarán con una manera de no olvidar sus compromisos.

En vida o en muerte, el apóstol Pedro se echó encima una labor que fue y es necesaria siempre para la iglesia: tener memoria, no olvidar y no permitir que el tiempo sepulte la pasión con la que se comenzó la vida cristiana y los días, los meses y los años conviertan la fe en una actividad mecánica, sin vida e inerte.

Pedro nos ha llamado a esforzarnos en la vida cristiana no dejando nuestra fe “huérfana” sino añadiéndole virtud, conocimiento, dominio propio, piedad, paciencia, afecto fraternal y amor, así también poniendo toda diligencia a nuestra vocación y elección de la que fuimos objeto por parte del Señor.

Nadie puede ni debe olvidar que tiene obligaciones que cumplir, tareas que desahogar y compromisos insalvables para horar el nombre de nuestro Señor Jesucrito a fin de evitar la ociosidad que tanto daña a las personas porque los lleva a malos hábitos y luego a entrometerse en temas y asuntos que no solo no le competen, sino que los dañan.

Pedro les escribe a los creyentes para asumir una carga de convertirse en su memoria para que no olviden sus responsabilidades.

No se sorprendan: Los cristianos también se equivocan
Porque olvidan sus compromisos
A. Deben recordarlas siempre
B. Deben memorizarlas en todo momento

Los creyentes necesitamos tener presente siempre a lo que nos hemos comprometido cuando decidimos seguir a Cristo. Pedro tenía claro y recordaba los ejemplos que Cristo puso al referirse a este principio de la vida cristiana.

Lucas 14: 28-33 dice de la siguiente manera:

28 Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? 29 No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, 30 diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar. 31 ¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil? 32 Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones de paz. 33 Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.

A. debe recordarlas siempre

Los versos doce al catorce dicen de la siguiente forma:

Por esto, yo no dejaré de recordaros siempre estas cosas, aunque vosotros las sepáis, y estéis confirmados en la verdad presente. 13 Pues tengo por justo, en tanto que estoy en este cuerpo, el despertaros con amonestación;14 sabiendo que en breve debo abandonar el cuerpo, como nuestro Señor Jesucristo me ha declarado.

El apóstol les dijo a los creyentes y nos dice a nosotros que a pesar de que sepamos las cosas y estemos firmes será necesario siempre recordar la necesidad de esforzarnos en nuestra fe, de trabajar con empeño en lo que a nosotros nos concierne para llevar fruto en la vida cristiana.

Es interesante notar que Pedro ya sabía para cuando escribió la epístola que su tiempo en este mundo estaba ya por concluir y rápidamente tomó decisiones para que los creyentes tuvieran la posiblidad de contar con un instrumento que les permitiera recordar lo que les había dicho.

Naturalmente su legado fueron sus cartas, particularmente la segunda que es en la que dice que esta a punto de morir, pero algunos comentaristas señalan que fue en esos momentos que decidió pedirle a Juan Marcos que escribiera el segundo evangelio que hoy conocemos como Marcos.

De esa manera podría “despertarnos con amonestación” una manera de expresar llamar la atención de los hijos de Dios para que estuvieran atentos y no olvidaran sus responsabilidades y obligaciones.

B. Deben memorizarlas en todo momento

El verso quince de nuestro estudio dice:

También yo procuraré con diligencia que después de mi partida vosotros podáis en todo momento tener memoria de estas cosas.

Ponerle diligencia en algo conlleva una determinación inapelable, eso fue lo que movió a Pedro a poner por escrito estas aclaraciones sobre la vida cristiana, lo que haría posible que los miembros de la iglesia primitiva y los cristianos de todas las épocas supieran y recordaran constantemente estas verdades indispensables.

Indígena zapoteco de la sierra norte de Oaxaca, México. Sirvo a Cristo en la ciudad de Oaxaca junto con mi familia. Estoy seguro que la única transformación posible es la que nace de los corazones que son tocados por Dios a través de su palabra.

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