2ª Pedro 2: 2
Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado.
Introducción
Pedro anuncia que los falsos maestros arrastrarán a muchos, no a unos cuantos, y los conducirán a la disolución, una palabra que se traduce de diversas maneras algunas veces como libertinaje y otras como desenfreno. El sentido de la palabra es el de una persona que se deja controlar por sus sentidos antes que por el Espíritu Santo.
Los falsos maestros de los que nos habló en el estudio anterior, tienen como objetivo relajar de manera tal las enseñanzas de Jesús que temas como la santidad, el temor del Señor, las virtudes cristianas no tienen lugar y comienza a tomar espacio temas relacionados más con las emociones que la iglesia se convierte en un lugar de esparcimiento más que de estudio.
Pedro nos está alertando de lo que sucede en muchas iglesias donde los pseudo enseñadores convierten a la iglesia un show o espectáculo donde son más importantes las emociones que las convicciones, donde las luces, la música y el colorido de las reuniones suplantan el estudio de la palabra de Dios.
Es muy fácil darnos cuenta de la terrible influencia que el mundo tiene sobre la iglesia cuando un falso maestro la preside. El púlpito se convierte en un lugar donde se arenga para motivar a los creyentes, pero no con la Escritura sino más bien con ideas de superación personal, con conceptos filosóficos y hasta con enseñanzas esotéricas.
La gente sale de la iglesia con una idea completamente equivocada sobre la identidad cristiana porque se les enseña a pensar más en lo material. La teología de la prosperidad es fundamental para hacer de los creyentes personas más preocupadas en lo terrenal que en lo espiritual.
Porque lo valioso se enfoca en los sentidos, en tener, en poseer y apropiarse de promesas más relacionadas con lo material que con lo obedecer el mensaje de proclamar las buenas nuevas de salvación y aunque haya una contradicción franca entre lo que dice la Escritura y lo que enseñan estos equivocados hombres, las personas los siguen.
En una comparación de la iglesia primitiva, la de este siglo XXI está más cerca de la de la de Laodicea que de la Filadelfía porque el sufrimiento parece no entrar en las congregaciones.
No se sorprendan: Los cristianos también se equivocan
Porque quieren vivir sin control
A. A muchos les gusta esa clase de vida
B. Son los causantes de que la verdad sea rechazada
La palabra disolución que usa Pedro procede de la raíz griega “aselgeia” que se traduce como conducta escandalosa para la decencia pública por eso algunas versiones la traducen como “libertinaje” y “desenfreno” porque quienes caen en este tipo de comportamiento se dejan arrastrar por sus sentidos.
Se trata de personas que llegan a la iglesia y lejos de poner control a sus deseos, se dejan arrastrar por ellos, incurriendo en faltas que son permitidas por los falsos maestros que en lugar de reprenderlos, fomenta esta clase de conducta en los que los escuchan, agradando sus oídos.
A. A muchos les gusta esa clase de vida
Pedro es claro al señalar que este tipo de enseñanzas serán seguidas por muchos, no por unos cuantos, sino que muchos irán detrás de esta clase de maestros porque su evangelio es un evangelio adulterado donde la cruz de Cristo que nos lleva a negarnos a nosotros mismos ha sido hecha a un lado para que en su lugar se posicione el hombre como centro.
Y esa clase de evangelio es muy atractivo para quienes no quieren dejar a un lado sus compromisos y se incrustan en la iglesia para afirmar que son creyentes aunque en realidad su vida siga siendo exactamente la misma y no cambie en lo interno, sino que su conversión, si se le puede llamar así, sea meramente una experiencia emocional.
Ejemplo de esta clase de “cristianismo” lo podemos encontrar en muchas historias tristes. Quizá una de las más tristes y lamentables es la ocurrida en 1993 en Waco, Texas, donde un grupo de ochenta y dos personas murieron siguiendo a un hombre llamado David Koresh quien se asumió como el mesías.
Todas las mujeres de su congregación se convirtieron en sus esposas con las que tuvo hijos y en una retorcida interpretación de los siete sellos del Apocalipsis les enseñó que el mundo era Babilonia y tenía que enfrentarlo aun con armas y su iglesia se convirtió en un arsenal donde lo mismo se encontraban pistolas que granadas.
El asalto del FBI dejó un saldo de más de ochenta muertos que hubieran sido más si no hubiera logrado sacar a varios niños y mujeres que dejaron el complejo llamado Monte Carmelo, lo que quiere decir que Pedro no se equivocó cuando anunció que a los falsos maestros los seguirían muchos.
Habrá seguidores de esta clase de personajes, sí porque son carismáticos, simpáticos y con una personalidad que atrae a personas que buscan sinceramente agradar a Dios, pero que caen en una trampa de la cual ya no pueden salir.
B. Son los causantes de que la verdad sea rechazada
La segunda parte de nuestro verso en estudio dice de la siguiente manera:
por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado.
La versión Dios Habla Hoy traduce este verso de la siguiente manera: “y por causa de ellos se hablará mal del camino de la verdad.” La Nueva Traducción Viviente vierte: “y por culpa de estos maestros, se hablará mal del camino de la verdad.” La versión Palabra de Dios para Todos señala: “y por culpa de ellos habrá quienes hablen mal del camino de la verdad.”
El resultado de esta clase de maestros es claro: los incrédulos hablarán mal del camino de la verdad. Tendrán el pretexto perfecto para señalar lo inadecuado de la revelación divina para la sociedad y harán escarnio de quienes abracen la fe de manera sincera y genuina señalando personajes como David Koresh.
El daño que harán estas personas es grande y por eso Pedro advierte a la iglesia el cuidado con el que se debe atender cuando se presenten y proteger a la iglesia para que no caigan en las redes de los pseudo maestros.