La Biblia dice en 1ª Pedro 4:10-11
Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.11 Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén
Introducción
Dios les repartió a todos los creyentes dones. Por mucho tiempo la iglesia resaltó o priorizó el don de lenguas y muchos de los dones que son “espectaculares” no ocurrió exactamente lo que Pablo combatió en la primera carta a los Corintios y fueron relegados otros muchos dones.
Pedro escribe a los creyentes para decirles que todos hemos recibido dones y habla de dos de ellos, pero esencialmente lo enlaza con la hospitalidad de la que ha hablado en el verso nueve para mostrarnos que todos podemos servir que los dones no son para presumirlos o para sentirnos más que los demás.
Los dones son capacidades sobrenaturales que Dios le ha dado a la iglesia con una sola razón: servir al Señor con todo el corazón y son esenciales y de gran valía justamente cuando la iglesia padece persecución y definitivamente son sumamente relevantes cuando se padece ya sea de manera personal o para ayudar a otros.
Es un hecho que podemos servir y debemos servir a otros cuando padecen, pero también cuando nosotros mismos padecemos. Hemos sido equipados por el Señor para estos tiempos. Tanto para ayudarnos a nosotros mismos, pero sobre todo para ayudar a los demás a través de los dones que Dios nos ha dado.
Pedro quiere que los creyentes comprendan que nadie de permanecer pasivo cuando las dificultades se acrecientan. Podemos hacer algo por los demás porque Dios nos ha entregado dones para apoyar, auxiliar y motivar a los demás, no solo con palabras que siempre serán buenas, sino con acciones que son contundentes expresiones de amor.
Hacer por los demás nunca debe servir para presumir o llenarnos de soberbia, sino para que Dios y solo Dios sea glorificado porque él ha sido sabio para traer a nuestra vida capacidades que sin él simplemente no existirían.
No se sorprendan: Los cristianos también sufren
Podemos servir en medio del dolor
A. Porque tenemos dones
B. De múltiples maneras
C. Para que Dios sea glorificado
La iglesia es el cuerpo de Cristo y como tal tiene una naturaleza sobrenatural. Todos los miembros de Cristo, nacidos de nuevo tiene la capacidad de obrar a favor de sus semejantes porque Dios nos ha llenado de su gracia infinita y a través de ella podemos servir aún en medio del dolor.
A. Porque tenemos dones
Pedro no supone que los creyentes tienen dones. Él lo da por hecho y por eso dice que cada uno según el don que ha recibido minístrelo. Esta palabra quiere decir servir. Es decir Pedro nos está diciendo que con el don que Dios nos ha dado debemos servir y eso quiere que no podemos ni debemos cruzarnos de brazos.
Aquí sirve para recordar que la Escritura nos habla de muchos dones. Los hemos estudiado en la primera carta a los Corintios. Aquí una lista breve de ellos: palabra de sabiduría, palabra de ciencia, fe, sanidades, milagros, profecía, discernimiento de espíritus, lenguas e interpretación de lenguas. 1ª Corintios 11: 7-10.
Pedro nos dice que todos podemos hacer algo por los demás: servir. Nadie que sea un hijo de Dios nacido de nuevo puede argumentar que no tiene ningún don. Todos hemos recibido la capacidad de servir y podemos y debemos hacerlo amparados siempre en la dirección de Dios. Si no sabemos cómo, él puede decirnos en dónde y cómo.
B. De múltiples maneras
Pedro dice que debemos ser buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. Eso quiere decir que la gracia de Dios que se manifiesta claramente con la capacidad que Dios nos ha entregado de servirle tiene muchas maneras de expresarse. No hay una sola forma de servir a Dios sino muchas.
Para cada una de las necesidades que pueden surgir cuando alguien padece Dios ha diseñado una respuesta. Esa respuesta está en cada uno de nosotros. No todos podemos hacer lo mismo. Algunos por su experiencia de vida, redimidos por la sangre de Cristo pueden llegar a lugares donde otros no.
Lo único que se requiere es disposición. En el Señor o más bien con su fuerza y poder podemos hacer algo o mucho por los demás porque Dios siempre acomodará a alguien en la necesidad que se presenté. Ese es el sentido de la palbra multiforme gracia de Dios. Somos administradores de ella, solamente.
C. Para que Dios sea glorificado
La finalidad de servir no es lucirse, tampoco es para que otros vean que nosotros sí hacemos ellos no y mucho menos es para que nosotros nos llevemos el reconocimiento. De ninguna manera. La razón que nos debe mover siempre es que Dios y solo Dios se glorificado grandemente.
La razón de lo anterior radica en que todo lo que nosotros hacemos al servir a Dios no nace de nuestra fuerza o de nuestra capacidad, sino que surge o tiene como fuente el vigor que Dios pone en nosotros. Es la capacidad de él usando nuestras vidas. Es solo haciendo lo que Cristo dijo: servir por amor.