La Biblia dice en 1ª Pedro 5:1-4
Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada:2 Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; 3 no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. 4 Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria.
Introducción
Pedro nos habla del futuro. Un futuro cercano en el que quienes padecieron por Cristo serán recompensados. Pedro sabe que los cristianos que padecen generalmente se concentran exclusivamente en el presente. El dolor hace que todos perdamos de vista el porvenir y que pensemos solo en lo que estamos viviendo en el hoy.
Pero el apóstol nos lleva a pensar en que después de las tribulaciones siempre hay un galardón para quienes resistieron, para quienes se mantuvieron firmes en su fe y para quienes no se doblegaron ni se intimidaron ante las presiones de los incrédulos o ante la persecución de los enemigos del evangelio.
Y en estos versos que hoy meditaremos nos dice claramente la función que los ancianos, presbiteros o pastores desempeñan dentro de la organización de la iglesia. Pedro le escribe a los cristianos, pero aprovechar para exhortar a los líderes de la naciente iglesia del primer siglo para recodarles lo que se espera de ellos al estar al frente de los creyentes.
La iglesia es el cuerpo de Cristo y tiene miembros que desempeñan diferentes labores, a algunos se les ha designado como los responsables del cuidado de los discípulos que en esta ocasión son comparados como ovejas y a los líderes como pastores que cuidan del rebaño o que deben cuidarlo de acuerdo a ciertos estandares que Pedro señala.
En tiempos de persecuión la labor de los líderes se pone a prueba también. Pedro lo sabe y por eso les escribe a ellos directamente una serie de recomendaciones para que asuman su papel con toda seriedad y trabajen con cuidado porque tienen ante sí una responsabilidad mayúscula.
No se sorprendan: Los cristianos también sufren
Todos los que padecen por Cristo serán premiados
A. Cuando la gloria de Cristo sea revelada
B. Cuando cumplamos con esmero nuestras responsabilidades
C. Cuando aparezca el Príncipe de los pastores
El pastorado es una labor a la que se llega por vocación y un llamado que Dios hace a la vida de los pastores que se convencen absolutamente que su vida fue elegida para conducir a las personas a seguir a Cristo, esencialmente porque el pastor sigue al Señor Jesús. Nunca será un título, sino siempre una función.
Es una labor extenuante que debe combinar el acompañamiento con las personas y enseñarles la palabra de Dios. Es exigente porque demanda una constante preparación y paciencia con aquellas almas inconstantes que necesitan ser animadas una y otra vez para que se afirmen en el Señor.
Hay dos premios, recompensas, galardones, reconocimiento y retribución para los dirigentes de la iglesia que hagan su trabajo con dedicación y empeño: participar de la gloria que será revelada y la corona incorruptible de gloria que se colocará a quien haya realizado su labor de acuerdo a lo que Pedro señala.
A. Cuando la gloria de Cristo sea revelada
Pedro anima a los pastores y a toda la cristiandad para resistir los padecimientos que han llegado a su vida pensando o recordando que Cristo volverá para derrotar a todos los adversarios de su iglesia. El verso uno de nuestro estudio dice de la siguiente manera:
Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada.
La frase “la gloria que será revelada” es una referencia al retorno de Cristo que ya la iglesia primitiva tenía como base de su doctrina.
En su carta Pedro ya ha hablado de este tema, por ejemplo en 4:13 dice: “sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría.”
La esperanza de la iglesia de ese tiempo y la de hoy en día se finca en ese evento. Anhelamos el regreso de Jesús porque a su retorno terminará con las injusticias que privan en este mundo y su iglesia será levantada con poder. Los padecimientos que pasamos en este mundo serán nada al participar de su gloria o su presencia.
La iglesia, incluyendo miembros y líderes, esperamos con gran expectativa que el Señor vuelva y nos tomen con él para juzgar a los vivos y a los muertos y de esa forma establecer su reino por los siglos de los siglos.
B. Cuando cumplamos con esmero nuestras responsabilidades
En tan solo dos versos, Pedro establece lo que se espera de los pastores en un clima de zozobra y penurias por la persecución:
Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; 3 no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey.
Los líderes deben pastorear a los miembros de la iglesia como si fueran ovejas. La figura pastor-oveja es una ilustración que se usa tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento. La iglesia requiere de hombres que se ponga al frente y como un pastor lo haría con sus ovejas así dirijan a la iglesia.
Cuando las diferentes versiones usan la expresión “ancianos” en el verso número uno del capítulo cinco están traduciendo así el vocablo griego “presbitero”, que se refiere a una persona madura, responsable y con capacidad para dirigir a otros. El uso de esa expresión habla de gente experimentada por eso se traduce como anciano.
Pero no necesariamente debe ser una persona madura o de edad avanzada, sino más bien alguien responsable. A ellos Pedro les pide que pastoreen 1. No por fuerza, sino voluntariamente. 2. No por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto y 3. No como teniendo señorío sobre ellos, sino siendo ejemplos de la grey.
C. Cuando aparezca el Príncipe de los pastores
Los pastores no se mandan solos. Responden a Jesús, que en este verso es identificado como el Príncipe o primado o principal. Pedro señala que él volveré, retornará o regresará y ocurrirá algo sumamente estimulante, comenzará a recompensar a quienes le sirvieron con todo su corazón, como ha señalado Pedro en los versos anteriores.