La Biblia dice en Proverbios 16:19

“Mejor es humillar el espíritu con los humildes que repartir despojos con los soberbios.”

La pobreza y la riqueza son dos estados que el hombre experimenta a lo largo de su vida. Muchos seres viven y mueren en la pobreza y de igual modo muchas personas nacen y dejan este mundo en medio de la opulencia. Algunos hombres buscan huir de la miseria a cualquier costo porque consideran que la marginación es insoportable.

Salomón se ocupa justamente de esa decisión que muchas personas toman sin saber que tal vez perderán más de lo que se imaginan y no ganarán más que su ruina y desgracia al optar por las riquezas a costa de lo que sea sin reparar que si bien el dinero ofrece muchos bienes también trae consigo otros males.

El proverbista recomienda lo que es mejor para cuando estemos en la desesperante situación de carecer de recursos materiales y económicos. Nos dice que es mejor humillar el espíritu con los humildes. Otras versiones traducen esta expresión así: “Más vale humillarse con los pobres” y otras como: “Es mejor se humilde con los pobres.”

Para el rey sabio de Israel más vale ser sencillo entre los humildes. Y no es que renuncie a buscar los bienes, sino más bien nos pide que tomemos esa determinación y cuidado que si para hacernos ricos tengamos que sacrificar nuestro honor, dignidad y conciencia y sobre todo que tengamos que olvidarnos de la sencillez que hay en las cosas simples.

La pobreza debe ser combatida, claro, pero no a cualquier precio. Eso no quiere decir renunciar a luchar contra ella, sino a pensar bien como hemos de combatirla. La riqueza con injusticia es peligrosa porque tarde o temprano quien alcanzó bienes a través del sufrimiento de otros pagará con creces esa actitud.

Para Salomón es una tragedia repartir despojos con los soberbios, es decir hacerse rico asociándonos con aquellos que resisten a Dios y robando. En este mundo hay muchas personas que se vuelven inmensamente ricas a costa del dolor de otros. Ese es el peor camino para salir de la marginación.

Si para salir de la pobreza tienes que robar y reunirte con personas sin temor de Dios, es mejor que te quedes pobre, nos dice Salomón.

Indígena zapoteco de la sierra norte de Oaxaca, México. Sirvo a Cristo en la ciudad de Oaxaca junto con mi familia. Estoy seguro que la única transformación posible es la que nace de los corazones que son tocados por Dios a través de su palabra.

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