La Biblia dice en Daniel 2: 21
“El muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos.”
De un tiempo para acá he considerado que el libro de Daniel es un libro de historia y política. Daniel fue un consejero del rey Nabucodonosor que alcanzó uno de los puestos más importantes en ese gobierno y Dios le permitió, no sin grandes conflictos, conocer el manejo del reino babilónico en los reinados de ese monarca y luego su hijo Belsasar.
Después cuando cayó el imperio babilónico a manos de los medo-persas, Daniel se mantuvo en la corte de Darío debido a su capacidad y conocimiento en las más diversas materias, a pesar de la envidia propia de las cortes o los conflictos personales de los gobiernos. El precio de su posición la pagó yendo al foso de los leones.
Este hombre fue a quien Dios usó para mostrarle la sucesión de los grandes imperios que han dominado al mundo. Daniel nos enseñó que luego de Babilonia, vendrían los medo-persas, después los griegos y luego los romanos para finalmente en ese tiempo instalarse el reino de los cielos sobre la tierra.
Esos cuatro imperios tuvieron una estrecha relación con Israel. Los babilonios los exiliaron, los persas los hicieron volver a su patria, los griegos profanaron su templo al conquistarlos y los romanos destruyeron la santa ciudad de Jerusalén en el año setenta y exiliaron a los judíos de su tierra casi dos mil años.
Cuando Daniel escribe que Dios quita y pone reyes sabe perfectamente de que esta hablando. La historia la dirige el Señor, los hombres son simples instrumentos de su voluntad. En cualquier tiempo y lugar. Para muchos resulta molesto la afirmación de que Dios pone y quita reyes porque en muchas ocasiones los gobernantes no son de su agrado.
Pero sin hay una nación que ha sufrido por los gobernantes de este mundo son los judíos. Quizá la clave para entender esta verdad se encuentra en la primera y tercera parte del verso que hoy meditamos. En primer lugar Dios es el único que puede cambiar la historia. Él es el único que tiene la facultad para que una época de gobierno llegue a su fin.
La tercera parte del verso dice: “da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos” para ayudarnos a comprender que cuesta trabajo distinguir cuando Dios está trabajando poniendo a reyes y gobernantes que uno se pregunta cómo es qué están y solo la comprensión que viene del cielo puede hacernos entender los planes que Dios tiene.
El poder que detentan los hombres siempre tiene un propósito. Leer y releer el libro de Daniel nos permitirá conocer lo efímero del poder, el fin que tienen los gobernantes y que Dios controla el arribo o salida de todos los gobernantes. En su soberanía dirige el mundo por donde él le place.