La Biblia dice en Proverbios 26:4-5

“Nunca respondas al necio de acuerdo con su necedad, para que no seas tú también como él. Responde al necio como merece su necedad, para que no se estime sabio en su propia opinión.”

El necio es un ser muy peculiar en la Escritura. En los libros de sabiduría es definido como alguien insensato, es decir se rige por un código desprovisto de prudencia, cordura y discreción. Vive sin pensar, habla sin razonar y actúa siempre sin importarle la consecuencia de sus actos.

Salomón, el autor de los Proverbios, sabe perfectamente que el mundo esta poblado por esta clase de seres y el primer gran reto en la vida es salir de esa condición. El hombre tiene como primer gran desafío en esta existencia dejar de comportarse como un necio y eso lo logrará en la medida que se esfuerce con la ayuda divina a vivir sabiamente.

Sin embargo, una vez que haya salido de esa condición, la necedad no lo dejará porque de tiempo en tiempo tratará con necios. A su vida llegarán esta clase de personas y entonces tendrá que asumir ante ellos una actitud que le permita sortear su relación con esta clase de personas y salir lo menos perjudicado de ellos.

En ese sentido y por esa razón Salomón ofrece algunos consejos de lo que se debe hacer cuando uno esta ante esta clase de personas.

Me gusta como traduce la Biblia Dios Habla Hoy estos dos versos: “El que al necio no responde, por necio no pasa. El que al necio sabe responder, como tal le hace parecer.” En cambio la versión la Biblia de la iglesia de América lo hace así: “No respondas al necio según su necedad, para que no pases tu también por necio. Responde al necio como merece su estupidez, para que no presuma ser sabio.”

El rey sabio de Israel nos está diciendo que ante el necio uno debe tomar dos actitudes. La primera no responderle igual, es decir, no le podemos dar una respuesta igual de necia que la suya. Si lo hacemos corremos el riesgo de parecernos a él. Entonces lo que tenemos que hacer es con toda la sabiduría ponerlo en su lugar para que no se crea sabio.

En otras palabras debemos actuar astutamente ante esta clase de personas para no parecernos a ellos y de paso para hacerles ver lo equivocado de su conducta. No se trata de humillarlo, ni tampoco de ser majadero con él, sino de mostrarle de manera educada y amable su gran equivocación.

Indígena zapoteco de la sierra norte de Oaxaca, México. Sirvo a Cristo en la ciudad de Oaxaca junto con mi familia. Estoy seguro que la única transformación posible es la que nace de los corazones que son tocados por Dios a través de su palabra.

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