La Biblia dice en 1ª Corintios 13: 1
Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor vengo a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe.
Pablo quiere que los creyentes de la iglesia de Corinto comprenda cabalmente el sentido de un seguidor de Cristo carente de amor y para ello utiliza un ejemplo sencillo, pero contundentemente claro: una persona puede ser un políglota y dominar hasta el idioma de los ángeles, pero si no ama lo único que produce con su boca es ruido y sonidos desafinados.
El ejemplo es excesivamente claro para comprenderse y tomar en consideración que por encima de cualquier capacidad humana y aún por encima de cualquier destreza espiritual que una persona pueda llegar a dominar, la superioridad del amor nunca tendrá ni comparación ni competencia.
Pablo está decidido a hacerle comprender a sus lectores y también a cada uno de nosotros lo valioso, supremo y preeminente del amor porque en muchas ocasiones se pierde de vista que nada retrata mejor a un hijo de Dios que la calidad de amor que ejerce para con su familia, amigos y hermanos en Cristo.
Pretender que un don o una capacidad sobrenatural esté por encima del amor y justifique actitudes o conductas impropias es una gran equivocación. El amor es o no es. Ni las habilidades más brillantes debe ofuscarnos a la hora de revisar nuestra conducta o nuestro trato a los demás.
Los corintios pensaban que quienes tenían dones de lenguas eran más que todos los demás. El don de lenguas pasó a ser una capacidad con la que se medía equivocadamente la vida espiritual de una persona. Pablo dice claramente que sin amor un don de ese tamaño en realidad solo es ruido y música desafinada.
La música es una de las bellas artes que traen deleite a los oídos, pero cuando los ejecutantes no tienen cuidado de afinar bien sus instrumentos el resultado es realmente desastroso. No es música, es ruido. Nadie quiere oír una orquesta desafinada o una banda de música de viento que no tuvo cuidado de afinar trompetas, saxofones, clarinetes.
De idéntica manera es insoportable una persona que tenga capacidades más allá de las ordinarias y que no sepa amar o que no se ejercite en el complejo arte de amar a todos. Amar hace que un don exalte a Dios y provoca exactamente lo mismo que escuchar una buena interpretación musical. Todo lo demás es solamente ruido.