Dice la Biblia en el Salmo 57:
Al músico principal; sobre No destruyas. Mictam de David, cuando huyó de delante de Saúl a la cueva. Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí; Porque en ti ha confiado mi alma, Y en la sombra de tus alas me ampararé hasta que pasen los quebrantos. 2 Clamaré al Dios Altísimo, Al Dios que me favorece. 3 El enviará desde los cielos, y me salvará De la infamia del que me acosa; Selah Dios enviará su misericordia y su verdad. 4 Mi vida está entre leones; Estoy echado entre hijos de hombres que vomitan llamas; Sus dientes son lanzas y saetas, Y su lengua espada aguda. 5 Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios; Sobre toda la tierra sea tu gloria. 6 Red han armado a mis pasos; Se ha abatido mi alma; Hoyo han cavado delante de mí; En medio de él han caído ellos mismos. Selah 7 Pronto está mi corazón, oh Dios, mi corazón está dispuesto; Cantaré, y trovaré salmos. 8 Despierta, alma mía; despierta, salterio y arpa; Me levantaré de mañana. 9 Te alabaré entre los pueblos, oh Señor; Cantaré de ti entre las naciones. 10 Porque grande es hasta los cielos tu misericordia, Y hasta las nubes tu verdad. 11 Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios; Sobre toda la tierra sea tu gloria.
Introducción
Este salmo lo compuso David, cuando estuvo en la cueva de Adulam a la que llegó luego de estar a punto de perder la vida ante el rey Aquis de Gat donde se fingió loco para librar la sentencia de muerte que rondaba sobre él. Allí tuvo que llevar a toda su familia que ya era perseguida por Saúl.
En ese momento toda la familia de David estaba huyendo, perseguidos por Saúl, incluso sus padres ancianos, a los que luego de unos días en la cueva los llevó a Moab para que el rey de ese lugar los protegiera y cuidara pues su desgastada condición física hacía de su estancia en la cueva un verdadero suplicio.
David compone este salmo justamente en ese lugar y en él desahoga todos sus sentimientos ante Dios. Ante la gravedad de la situación, David recurre a Dios para expresarle lo que siente en su corazón. Se siente gravemente afligido, vive angustiado por lo que le han provocado sus adversarios.
Si bien es un grito desesperado desde lo más profundo de su ser, también es una declaración de confianza y un compromiso para seguir alabando y exaltando el santo nombre de Dios. Aún en medio de las más grandes crisis que pueden llegar a la vida de cada uno de nosotros debemos y podemos seguir alabando a nuestro Dios.
El salmo de once versos nos acerca a la manera que David identificó a sus enemigos y la seguridad que tenía en Dios para enfrentarlos y vencerlos, lo que finalmente ocurrió unos años después.
Salmo 57: Señor, socórreme ante las infamias
A. Porque tú siempre me amparas
B. Porque mis enemigos vomitan llamas
C. Porque a pesar de ellas sigo dispuesto
David estaba viviendo una infamia, es decir una acción malvada y vil. Él no había hecho nada malo. No había dañado a nadie. No había asesinado a nadie, ni había robado algo o tal vez lastimado a alguien. Lo único que había hecho era defender el honor del Dios de Israel y haber derrotado a Goliat.
Pero en este salmo reconoce que las personas que deponen contra él, que lo acusan y que lo persiguen carecen de veracidad o de una razón real o lógica para empujarlo a huir cada vez más y más, incluso atacando a su propia familia. Era una verdadera injusticia la que vivía el salmista.
Y por eso clama a Dios por ayuda ante estas infamias. La palabra hebrea que usa para infamia el salmo procede de la raíz charaph, que implica la idea de arrancar para exponer y tiene también el sentido de exponerse a un vergüenza publica al desnudarse. En sentido figurado se usa como criticar, difamar, reprochar y reprender.
David estaba viviendo justamente una infamia. Lo estaban acusando con mentiras. Nada de lo que le imputaban era verdad. Todo se trataba de una mentira. Y qué hacer ante ello, solo apelar a Dios. La infamia solo se puede combatir con la ayuda de Dios porque todos en algún momento seremos difamados.
Tenemos una inscripción que nos dice cuando se escribió el salmo y como debe cantarse:
Al músico principal; sobre No destruyas. Mictam de David, cuando huyó de delante de Saúl a la cueva. Al igual que el anterior salmo debía de cantarse en el tono que se cantaba una alabanza de nombre No destruyas y fue un mictam de David, poema o canto.
La historia de este evento lo encontramos en el 1º Libro de Samuel 22: 1-5 que dice de la siguiente forma:
Yéndose luego David de allí, huyó a la cueva de Adulam; y cuando sus hermanos y toda la casa de su padre lo supieron, vinieron allí a él. 2 Y se juntaron con él todos los afligidos, y todo el que estaba endeudado, y todos los que se hallaban en amargura de espíritu, y fue hecho jefe de ellos; y tuvo consigo como cuatrocientos hombres. 3 Y se fue David de allí a Mizpa de Moab, y dijo al rey de Moab: Yo te ruego que mi padre y mi madre estén con vosotros, hasta que sepa lo que Dios hará de mí. 4 Los trajo, pues, a la presencia del rey de Moab, y habitaron con él todo el tiempo que David estuvo en el lugar fuerte. 5 Pero el profeta Gad dijo a David: No te estés en este lugar fuerte; anda y vete a tierra de Judá. Y David se fue, y vino al bosque de Haret.
A. Porque tu siempre me amparas
De los versos uno al verso tres David expresa su seguridad y confianza en que Dios siempre le ayudará y por eso le dice estas palabras.
Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí; porque en ti ha confiado mi alma, y en la sombra de tus alas me ampararé hasta que pasen los quebrantos. 2 Clamaré al Dios Altísimo, al Dios que me favorece. 3 El enviará desde los cielos, y me salvará de la infamia del que me acosa; selah Dios enviará su misericordia y su verdad.
David hace algo sumamente interesante cuando se dirige a Dios le pide algo que necesita pero siempre con la seguridad de lo que ya ha hecho Dios por él. Por ejemplo dice en el verso dos: clamaré al Dios Altísimo, al Dios que me favorece. Sabe que al pedirle misericordia Dios le enviará ayuda desde los cielos y lo salvará de la infamia del que lo acosa.
Esta completamente seguro que Dios lo amparará hasta que pasen los quebrantos. La palabra amparo procede la raíz hebrea chasah que se traduce simplemente como refugio. Un refugio es un lugar donde uno puede pasar malos tiempos o donde uno puede resguardarse de los enemigos que uno tiene.
David tomó a Dios de esa manera como un refugio donde podía encontrar alivio frente a los grandes problemas que tenía. Es interesante notar que la palabra quebrantos procede de la raíz hebrea havvah que se traduce como ruina, destrucción, calamidad y hasta mortandad. Eso es lo que David esta viviendo y quiere que Dios sea su refugio.
Para ello apela a a la misericordia de Dios. Los infames tienen la intención de destruir la vida de una persona. No se trata solamente de dañar su reputación o fama, sino de destruirlo y arrancarlo de la tierra de los vivientes.
B. Porque mis enemigos vomitan llamas
David describe perfectamente a sus adversarios. Sabe con que clase de personas está luchando y por eso habla de ellos de la siguiente forma:
4 Mi vida está entre leones; estoy echado entre hijos de hombres que vomitan llamas; sus dientes son lanzas y saetas, y su lengua espada aguda. 5 Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios; sobre toda la tierra sea tu gloria. 6 Red han armado a mis pasos; se ha abatido mi alma; hoyo han cavado delante de mí; en medio de él han caído ellos mismos. Selah
Los infames son descritos así por David: 1. Leones. 2. Vomitan llamas. 3. Sus dientes son lanzas y flechas. 4. Su lengua es espada aguda. Y de esta manera podemos apreciar mejor a los enemigos de David. Estamos frente a personas que no tienen nada de bondad, sino solo maldad.
Sobresale entre estas descripciones la alabanza que David lanza en estos versos, porque luego de exaltar a Dios brevemente retoma las acciones que emprenden contra él sus enemigos. Ellos han puesto red o una trampa a sus pasos, han hecho un hoyo en el que ellos mismos han caído.
C. Porque a pesar de ellas sigo dispuesto
7 Pronto está mi corazón, oh Dios, mi corazón está dispuesto; cantaré, y trovaré salmos. 8 Despierta, alma mía; despierta, salterio y arpa; me levantaré de mañana. 9 Te alabaré entre los pueblos, oh Señor; cantaré de ti entre las naciones. 10 Porque grande es hasta los cielos tu misericordia, y hasta las nubes tu verdad. 11 Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios; sobre toda la tierra sea tu gloria.
A pesar de todo las mentiras que se decían contra David, él se encomienda a Dios y tenía y mantenía su deseo de alabar a Dios, lo que viene a ser para nosotros de gran aliento porque lo que ocurre cuando alguien habla mal de nosotros es que nos enojamos tanto que no nos quedan ganas de alabar a Dios.
Y cuando nos sobreviene una calamidad quedamos tan maltrechos que todo gozo se va y quedamos hundidos en la inconformidad. Pero David dice que él sigue dispuesto y pronto o rápido esta su corazón para cantar y trovar salmos. La palabra trovar es muy interesante porque significa “tararear” o “murmurar”.
David quiere cantar y tararear con sus instrumentos musicales como el arpa y el salterio muy de mañana para alabar a Dios frente a todos porque grande es hasta los cielos su misericordia y su verdad llega hasta las nubes.