La Biblia dice en el salmo 60:

Al músico principal; sobr Lirios. Testimonio. Mictam de David, para enseñar, cuando tuvo guerra contra Aram-Naharaim y contra Aram de Soba, y volvió Joab, y destrozó a doce mil de Edom en el valle de la Sal. Oh Dios, tú nos has desechado, nos quebrantaste; te has airado; !vuélvete a nosotros! 2 Hiciste temblar la tierra, la has hendido; sana sus roturas, porque titubea. 3 Has hecho ver a tu pueblo cosas duras; nos hiciste beber vino de aturdimiento. 4 Has dado a los que te temen bandera que alcen por causa de la verdad. Selah 5 Para que se libren tus amados, salva con tu diestra, y óyeme. 6 Dios ha dicho en su santuario: Yo me alegraré; repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot. 7 Mío es Galaad, y mío es Manasés; y Efraín es la fortaleza de mi cabeza; Judá es mi legislador. 8 Moab, vasija para lavarme; sobre Edom echaré mi calzado; me regocijaré sobre Filistea. 9 ¿Quién me llevará a la ciudad fortificada? ¿Quién me llevará hasta Edom? 10 ¿No serás tú, oh Dios, que nos habías desechado, y no salías, oh Dios, con nuestros ejércitos? 11 Danos socorro contra el enemigo, porque vana es la ayuda de los hombres. 12 En Dios haremos proezas, y él hollará a nuestros enemigos.

Introducción

El salmo tiene una larga inscripción porque fue escrito por David en momentos de gran emoción por haber ensanchado su territorio y haber derrotado de manera aplastante a sus tradicionales enemigos moabitas, filisteos y edomitas obteniendo un botín muy enorme que fue utilizado posteriormente para la construcción del templo de Jerusalén por Salomón.

La oración que el rey David compuso, según la inscripción, cuando tuvo guerra contra Aram-Naharaim y contra Aram de Soba, y volvió Joab, y destrozó a doce mil de Edom en el valle de la Sal. Ese pasaje lo encontramos en 2º Libro de Samuel 8: 1-13 que dice así:

Después de esto, aconteció que David derrotó a los filisteos y los sometió, y tomó David a Meteg-ama de mano de los filisteos. 2 Derrotó también a los de Moab, y los midió con cordel, haciéndolos tender por tierra; y midió dos cordeles para hacerlos morir, y un cordel entero para preservarles la vida; y fueron los moabitas siervos de David, y pagaron tributo. 3 Asimismo derrotó David a Hadad-ezer hijo de Rehob, rey de Soba, al ir éste a recuperar su territorio al río Eufrates. 4 Y tomó David de ellos mil setecientos hombres de a caballo, y veinte mil hombres de a pie; y desjarretó David los caballos de todos los carros, pero dejó suficientes para cien carros. 5 Y vinieron los sirios de Damasco para dar ayuda a Hadad-ezer rey de Soba; y David hirió de los sirios a veintidós mil hombres. 6 Puso luego David guarnición en Siria de Damasco, y los sirios fueron hechos siervos de David, sujetos a tributo. Y Jehová dio la victoria a David por dondequiera que fue. 7 Y tomó David los escudos de oro que traían los siervos de Hadad-ezer, y los llevó a Jerusalén. 8 Asimismo de Beta y de Berotai, ciudades de Hadad-ezer, tomó el rey David gran cantidad de bronce. 9 Entonces oyendo Toi rey de Hamat, que David había derrotado a todo el ejército de Hadad-ezer, 10 envió Toi a Joram su hijo al rey David, para saludarle pacíficamente y para bendecirle, porque había peleado con Hadad-ezer y lo había vencido; porque Toi era enemigo de Hadad-ezer. Y Joram llevaba en su mano utensilios de plata, de oro y de bronce; 11 los cuales el rey David dedicó a Jehová, con la plata y el oro que había dedicado de todas las naciones que había sometido; 12 de los sirios, de los moabitas, de los amonitas, de los filisteos, de los amalecitas, y del botín de Hadad-ezer hijo de Rehob, rey de Soba. 13 Así ganó David fama. Cuando regresaba de derrotar a los sirios, destrozó a dieciocho mil edomitas en el Valle de la Sal. 14 Y puso guarnición en Edom; por todo Edom puso guarnición, y todos los edomitas fueron siervos de David. Y Jehová dio la victoria a David por dondequiera que fue.

El salmo recoge el antes y después de esta poderosa victoria de David. La palabra clave de nuestro salmo es “desechado”. En los versos uno y diez en los que la palabra aparece David recuerda lo que les sucedió en el pasado cuando sus enemigos los hostigaban, pero en esta ocasión fueron derrotados abrumadoramente.

David escribe este salmo para expresar su certeza y su seguridad de que Dios ha atendido a su pueblo en el momento que más lo ha necesitado y han salido victoriosos de sus enemigos que en otro tiempo parecían invencibles. Ese es el sentido del salmo: reconocer que Dios no los abandonó.

David expresa los sentimientos que experimentaron durante “el silencio” de Dios y como su perspectiva frente a sus enemigos y el pueblo de Dios cambio radicalmente cuando vio como el Señor obró para ganarle a sus adversarios y hacerlos tributarios del reino de Israel que recién había sido tomado por él.

Salmo 60: Señor, gracias por atendernos en momentos dificiles

I. Cuando nos sentíamos abandonados
II. Cuando pensábamos que nos habías olvidado
III. Cuando creíamos que tendríamos que pedir ayuda humana

David se sentía satisfecho con las victorias que obtuvo y el salmo que hoy estudiamos es una especie de oración de gratitud y reconocimiento a la atención que Dios tuvo para con el pueblo de Israel, sobre todo en momentos de gran dificultad donde parece que los problemas nos ahogan.

I. Cuando nos sentíamos abandonados

David enlista el sentimiento que embarga a todo el pueblo de Israel cuando veían el actuar de las naciones que vivían a su alrededor. Esa sensación la experimentamos todos cuando vemos que nuestros problemas se acrecientan y en lugar de mejorar nuestra situación empeora llenándonos de miedo.

Son seis situaciones que David enlista en este salmo para expresar como se sentían los judíos de su tiempo. 1. Nos has desechado. 2. Nos has quebrantado. 3. Te has airado. 4. Nos hiciste temblar. 5. Nos has hecho ver cosas duras y 6. Nos hiciste beber vino de aturdimiento.

Cada una de esas expresiones nos muestra el deplorable estado en el que se encontraban los israelitas. Se sentían completamente abandonados porque Dios estaba airado con ellos y en consecuencia los quebrantó, hizo temblar y ver cosas duras en una clara manifestación del resultado de las derrotas que les proporcionaron sus enemigos.

La figura retórica “nos hiciste beber vino de aturdimiento” expresa dramáticamente lo que estaban viviendo: la realidad los había rebasado a tal grado que parecían borrachos que no lograban manteners de pie ante la desencarnada condición en la que estaban viviendo a causa de sus adversarios.

II. Cuando pensábamos que nos habías olvidado

Ellos llegaron a pensar que Dios se había olvidado de ellos, pero la victoria les recordó que ellos eran de su propiedad y sus adversarios eran simples instrumentos que servían a sus eternos propósitos, pero que nuncan el lugar especial que Dios tenía para con su nación que había escogido.

En los versos seis al ocho encontramos mencionados lugares y naciones que Dios tenía bien presente y que David menciona para recordarse a sí mismo de cuánto los amaba Dios.

En esos versos encontramos mecionados 1. Siquem. 2. Sucot. 3. Galaad. 4. Manasés. 5. Efraín. 6. Judá. 7. Moab. 8. Edom y 9. Filistea.

Es interesante notar que al referirse a Galaad, Manasés y Judá Dios dice “mío”. Y al referirse a Moab, Edom y Filistea utiliza adjetivos que tiene que ver con menosprecio, castigo y burla que vendrán sobre ellos. Es un contraste notable que David resalta para recordar a su pueblo que Dios jamás los había olvidado.

Esta verdad nos enseña a nosotros que somos pertenencia de Dios y esa condición hace que seamos apreciados por él en cambio sus enemigos nunca podrán ocupar el lugar que su pueblo tiene. Dios siempre atenderá a su nación porque tiene un pacto y comprmiso con él. No debemos olvidarlo nunca.

III. Cuando creíamos que tendríamos que pedir ayuda humana

Los versos once y doce dicen de la siguiente manera:

11 Danos socorro contra el enemigo, porque vana es la ayuda de los hombres. 12 En Dios haremos proezas, y él hollará a nuestros enemigos.

Cuando Dios tarda los creyentes tenemos la tentación de buscar una solución que generalmente pasa por apoyarnos en nuestra débil humanidad. David reconoce en el verso once que es mejor el socorro, auxilio o apoyo de Dios que la ayuda de los hombres porque jamás se comparará con el poder infinito del Señor.

David reconoció que en Dios se hacen proezas, maravillas, milagros y señales y definitivamente que el Creador se encargará de humillar a nuestros adversarios. Lo único que pide de nosotros es que confiemos en su cuidado y su protección y nunca dudar que siempre vendrá en nuestra ayuda.

Indígena zapoteco de la sierra norte de Oaxaca, México. Sirvo a Cristo en la ciudad de Oaxaca junto con mi familia. Estoy seguro que la única transformación posible es la que nace de los corazones que son tocados por Dios a través de su palabra.

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