La Biblia dice en el Salmo 124:
Cántico gradual; de David.
A no haber estado Jehová por nosotros, diga ahora Israel; 2 a no haber estado Jehová por nosotros, cuando se levantaron contra nosotros los hombres, 3 vivos nos habrían tragado entonces, cuando se encendió su furor contra nosotros. 4 Entonces nos habrían inundado las aguas; sobre nuestra alma hubiera pasado el torrente; 5 Hubieran entonces pasado sobre nuestra alma las aguas impetuosas. 6 Bendito sea Jehová, que no nos dio por presa a los dientes de ellos. 7 Nuestra alma escapó cual ave del lazo de los cazadores; se rompió el lazo, y escapamos nosotros. 8 Nuestro socorro está en el nombre de Jehová, que hizo el cielo y la tierra.
Introducción
Este es un salmo de David. Así lo señala la inscripción, tal vez fue incluido porque la temática que desarrolla se ajusta exactamente al cuidado que Dios tiene sobre sus hijos y sobre su pueblo. Nadie como David para dejar testimonio fehaciente del cuidado que Dios despliega sobre sus hijos ante enemigos poderosos y obstinados con afán para destruir.
Y ese es justamente el tema de este salmo: Dios preserva a su pueblo y resguarda a sus hijos frente a enemigos dispuestos a devorar al pueblo del Señor como cazadores que van tras su presa con tal furia y determinación y no están en paz hasta lograr su violento objetivo, su pernicioso plan para aniquilar al justo.
En la biografía de David encontramos en dos tiempos esta verdad. Priemero cuando enfrenta a Goliat, el paladía filisteo, un guerrero de gran estatura y avezada experiencia militar, al que derrota con apenas unas piedras de río y una honda y en segundo lugar la persecución delirante de Saúl contra su persona.
Años perseguido sin justificación alguna por parte del rey de Israel de quien recibió toda clase de maldades como quitarle a su esposa, tenerlo como un proscrito de su nación y exiliarlo de su patria como si se tratara del peor de los ciudadanos, olvidando sus servicios por su patria.
El salmo es un canto para celebrar el cuidado que Dios tiene sobre su pueblo. Es una alabanza para tener presente que los enemigos de los hijos de Dios jamás triunfarán.
Señor, anímame en mi peregrinar a la patria celestial
Salmo 124: Para tener presente que tú nos preservas
A. Porque estás a nuestro favor
B. Porque tenemos enemigos enfurecidos
C. Porque nos libraste
D. Porque eres nuestro socorro
Una viaje o una salida de casa por varios días siempre genera temor y angustia ante la posiblidad de que algún percance suceda. El peregrino que camina hacia Jerusalén tenía esa preocupación natural en todos los viajeros. Y este salmo busca aniquilar o desatender el momento de salir y caminar hacia el monte de Sion.
El camino hacia el encuentro con Dios está lleno de peligros. Nos pueden ocurrir accidentes que pueden dañar nuestra vida. Hablo en términos espirituales. Pueden llegar a nosotros situaciones que nos lleven más allá de nuestras fuerza y por eso requerimos de la confianza y seguridad cuando nos toquen esos momentos.
A. Porque estás a nuestro favor
Los dos primeros versos de nuestro estudio dicen de la siguiente manera:
A no haber estado Jehová por nosotros, diga ahora Israel; 2 a no haber estado Jehová por nosotros, cuando se levantaron contra nosotros los hombres.
Los dos versos subrayan dos verdades. La primera, reiterada en dos ocasiones, que Dios está a favor de su pueblo. Esa es una verdad fundamental en la vida del creyente porque nunca debemos dejar de creer que Dios está con nosotros. Algunas versiones traducen el lugar de “por nosotros” como “a favor de nosotros”. La versión hebrea opta por “con nosotros.”
Y la segunda verdad es que hay hombres que se levantan contra el justo y piadoso. Es decir el creyente tiene adversarios. Esa es una realidad que debemos tener presente para que cuando enfrentemos adversarios sepamos que han estado allí, están y estarán siempre, agazapados, ocultos, escondidos, listos para atacar.
David es quien escribe este salmo y recuerda al pueblo de Israel que si el Señor no hubiera estado del lado de su pueblo hace muchos, pero muchos siglos, hubiera sido aniquilado y de los hebreos solo tendríamos una presencia testimonial. Pero Dios ha estado de su lado y a su favor.
El favor de Dios se puede entender como Dios de nuestro lado, por eso la versión hebrea opta por “con nosotros”. Si Dios no está con nosotros ante adversarios poderosos nosotros no podemos hacer nada.
B. Porque tenemos enemigos enfurecidos
Del verso tres al verso cinco David nos presenta la clase de enemigos que el peregrino tiene en su jornada a su encuentro con Dios.
Vivos nos habrían tragado entonces, cuando se encendió su furor contra nosotros. 4 Entonces nos habrían inundado las aguas; sobre nuestra alma hubiera pasado el torrente; 5 hubieran entonces pasado sobre nuestra alma las aguas impetuosas.
Para hacer comprensible el tamaño del daño que se padecería si Dios no interviniera a favor nuestro ante nuestros iracundos y furiosos enemigos David utiliza cuatro figuras poéticas. 1. Nos habrían tragado vivos. 2. Nos habrían inundado las aguas. 3. Sobre nuestra alma hubiera pasado el torrente y 4. Sobre nuestra alma hubieran pasado aguas impetuosas.
Juntas esas cuatro expresiones nos hacen pensar en la aniquilación completa sobre nuestra existencia, no sin antes padecer toda clase de sufrimientos no solo físicos, sino también emocionales. Una muerte lenta, pero segura. Una desaparición física de este mundo con un preludio de padecimientos internos.
Se trata de una experiencia que no se limita a solo perder la vida instantáneamente, sino a un procedimiento en el que padecemos antes de fallecer llevado o administrado por parte de nuestros enemigos que no se conforman con solo quitar la vida, sino de hacer sufrir antes de aniquilar.
C. Porque nos libraste
Los versos seis y siete dicen de la siguiente forma:
Bendito sea Jehová, que no nos dio por presa a los dientes de ellos. 7 Nuestra alma escapó cual ave del lazo de los cazadores; se rompió el lazo, y escapamos nosotros.
David sabe perfectamente que solo de Dios depende que caigamos en manos de nuestros enemigos. Si él no interviene a nuestro favor poco o nada podemos hacer para enfrentarlos y por eso alaba la determinación divina de no darlo por presa a los dientes de ellos, una figura retórica para precisar como devorarían al pueblo de Dios si los dejara el Creador.
La liberación divina hace que el justo escape exactamente igual a como escapa una ave cuando se le pone una trampa y el lazo que detiene la red se rompe y no se logra atrapar la presa y esta huye dichosa de no haber quedado atrapada en la jaula dispuesta para ella, donde terminarían sus días.
De igual manera Dios opera a favor de su pueblo para evitar que sus fúricos y dementes adversarios no logren su propósito funesto de destruir a quienes solo tiene como falta ser diferentes por adorar al único Dios verdadero. Esa es su falta. Ese es su delito o eso es lo que hace que se molesten quiene no creen en el Señor.
D. Porque eres nuestro socorro
El salmo termina del siguiente modo:
Nuestro socorro está en el nombre de Jehová, que hizo el cielo y la tierra.
La palabra socorro otras versiones optan por traducirla como “ayuda” que sustancialmente es mejor para nuestra comprensión. Se trata de recordar que la ayuda, apoyo, auxilio de parte del Señor es fundamental para sostenernos ante quienes deponen en nuestra contra. Sin su ayuda no somos nada.