Dice la Biblia en Proverbios 6:29

Así es el que se llega a la mujer de su prójimo; no quedará impune ninguno que la tocare. 

El adulterio es uno de los temas principales del libro de Proverbios. Le dedica porciones importantes de los capítulos cinco y seis y el capítulo siete completo. No hay otro tema que aborde con tanta amplitud Salomón en su escrito. Para el rey sabio de Israel merece toda la atención de sus lectores. 

Y no le falta razón. La infidelidad matrimonial despedaza a los consortes y provoca un caudal de problemas no solo para ellos sino para la sociedad en general. Se ven afectados, además de los hijos, los padres de los esposos, tíos, primos, hermanos y hasta personas que uno jamás se imagina. 

El adulterio en tiempos de Salomón se castigaba con la muerte de los adúlteros a pedradas, pero con ello la vergüenza no moría para la familia. Quedaba como una marca indeleble en la historia personal de cada uno de los familiares y por eso la advertencia que lanza el autor de los proverbios para los hombres. 

Me llama poderosamente la atención que en todos los escritos previniendo contra este mal social, el llamado de atención se hace al varón. El hombre es el responsable de esta conducta aunque para ello se necesite siempre a la mujer, pero por qué recae la responsabilidad en él y no en ella. 

La razón radica en que el hombre debe fidelidad a Dios, aun cuando no esté casado y con mayor deber el esposo debe fidelidad no solo a Dios, sino a su esposa. Romper este compromiso hace que se caiga en pecado y ese pecado daña terriblemente a todos y por eso debe castigarse. 

Salomón dice que el adulterio es un pecado que nunca quedará impune. Es decir que aun cuando los adúlteros logren sobrellevar su relación ilícita fuera del radar público y nadie les llame la atención o los castigue de todas formas Dios los sancionará porque ve todas las cosas. 

La mayoría de las relaciones extra maritales ocurren en lo oculto y por eso muchos creen que han logrado engañar a quienes no deben enterarse, pero la realidad es que tarde o temprano es conducta tal vez ejecutada en la mayor secrecía se revelará y los participantes recibirán su castigo divino. 

Nunca habrá impunidad con Dios. El castigo tal vez tarde, pero llegará. 

Indígena zapoteco de la sierra norte de Oaxaca, México. Sirvo a Cristo en la ciudad de Oaxaca junto con mi familia. Estoy seguro que la única transformación posible es la que nace de los corazones que son tocados por Dios a través de su palabra.

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