Dice la Biblia en 2 Reyes 6:16
Él le dijo: No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos.
En una ocasión el profeta Eliseo se vio rodeado por un poderoso ejército, querían detenerlo pues no entendían cómo podía conocer los planes secretos del rey de Siria. Luego de localizar su posición, sitiaron la ciudad en la que se encontraba con gente de a caballo y carros de guerra.
Su sirviente al ver esta situación se atemorizó en gran manera y entonces Eliseo oró a Dios diciendo: «Oh Señor, ¡abre los ojos de este joven para que vea!». Así que el Señor abrió los ojos del sirviente, y cuando éste levantó la vista, vio que la montaña alrededor de ellos estaba llena de caballos y carros de fuego.
Muchas veces ante la más mínima señal de peligro nos acobardamos y no somos capaces de defender nuestras convicciones. Olvidamos que quien dijo al mar: calla, enmudece, es nuestro defensor.
Quizá lo que hace falta es recordar que su forma de actuar siempre va a ser incomprensible, incluso invisible para nuestros ojos, pero no por eso menos poderosa y efectiva.
Como en la historia del hombre, que siendo perseguido entra en una de varias cuevas, ora a Dios pidiendo socorro y de pronto observa a una araña deslizando cuidadosamente su telaraña en la entrada de la cueva.
El hombre, imaginando que Dios enviaría ángeles o que haría algo sobrenatural, no comprendía lo que ocurría. La sorpresa fue que, cuando sus perseguidores se hallaron frente a la entrada de la cueva, la arañita la había tapado por completo. «¿Qué esperan? Entren aquí», decía uno de ellos. «¡No! ¿Qué no ves la gran telaraña que cubre la entrada? Aquí nadie ha entrado, sigamos buscando», exclamó otro.
Es justo así como trabaja el Dios al que seguimos. Muchas veces no vamos a entender el propósito por el cuál estamos en un lugar o situación en el que es difícil vivir nuestra fe, pero él está ahí contigo en todo momento. Así que no tengas miedo, ni te avergüences del evangelio. Recuerda siempre quién es tu defensor y protector.