La Biblia dice en 1ª Corintios 9:19-23
Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número. 20 Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están sujetos a la ley (aunque yo no esté sujeto a la ley) como sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley; 21 a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo), para ganar a los que están sin ley. 22 Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos. 23 Y esto hago por causa del evangelio, para hacerme copartícipe de él.
Introducción
Pablo hace una amplia explicación sobre la necesidad que la iglesia tiene de deshacerse de su egoísmo y mirar por aquellos creyentes que son débiles en la fe o débiles de conciencia y se ha puesto como ejemplo al renunciar a sus privilegios y derechos como apóstol y les muestra otra faceta que ha tomado.
Pablo les dice que se ha hecho como siervo de todos, se ha hecho como los judíos, gentiles y los débiles. La razón por la que ha tomado esta determinación es quiere participar o hacerse copartícipe del evangelio.
En las palabras de Pablo encontramos la convicción de un hombre que trata por todos los medios de desahcerse de ego con tal de alcanzar para Cristo a la mayor parte de las personas a las que les comparte y convive con ellas. Pablo moldeó su conducta de acuerdo a los altos estándares de Cristo: no mirar por lo suyo propio, sino por lo de los demás.
En la versión Reina Valera 1960 encontramos cuatro veces la frase “me he hecho”. En el original solo aparece tres veces porque en donde la Reina Valera dice me hecho esclavo, el texto griego dice me he esclavizado. La expresión griega de donde surge la expresión me he hecho es “ginomai” que literalmente quiere decir convertirse.
La expresión griega denota la idea de alguien que pasa de un punto a otro y por ese movimiento cambia de estado o condición y eso fue lo que justamente Pablo hizo por los gentiles, judíos y débiles en una demostración para todos nosotros que necesitamos condescender con nuestros semejantes. Pablo llegó a ser como ellos, sin perder quien era.
Pablo condescendió con ellos con una razón fundamental “ganarlos para Cristo”. Esa palabra ganarlos aparece en el texto original cinco veces. La palabra “ganar” que usa Pablo procede de la raíz griega “kerdainó” que literalmente quiere decir sacar provecho u obtener una ganancia, en el sentido mercantil.
En tiempos de Pablo, el vocablo se usaba para resaltar cuando se dejaba al mediocre por algo mejor. Pablo la usa en ese sentido para hacernos ver que condescender con nuestro prójimo es un acto en el que se deja el egoísmo y se promueve la comprensión y la paciencia para un fin mucho mejor.
Solo les faltaba amor
Porque les costaba trabajo condescender
A. Para hacerse esclavos
B. Para hacerse como judíos y gentiles
C. Para adaptarse a los débiles
A. Para hacerse esclavos
El verso diecinueve de nuestro pasaje dice de la siguiente forma:
Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número.
Pablo nunca se aprovechó de su posición como apóstol para asumir una actitud dictorial con las iglesias que fundó. Tampoco reclamó una posición de privilegio por haberlos llevado a los pies de Cristo. Al contrario siendo libre de todos, se hizo siervo para ganar al mayor número de personas.
Los Corintios entendían perfectamente lo que Pablo les estaba dando a entender. En aquellos tiempos muchas personas eran esclavas, sometidas a un amo o señor que dominaba y controlaba total y absolutamente. El sueño de todos los que vivían de esa manera era ser libres.
Pablo fue en sentido contrario y en lugar de optar por su libertad se hizo criado de todos, es decir renunció a vivir para sí mismo y se dedicó con empeño a vivir sirviendo a los demás anunciando el evangelio de Cristo con todo empeño y dedicación, sin recibir ninguna clase de estipendio por parte de la iglesia.
Condescender implica muchas veces deshacernos de nuestros privilegios para ponernos en lugar de nuestro prójimo, poner nuestros talentos y dones al servicio de los demás con la única intención de ganarlos para Cristo, sin buscar nada para cada uno de nosotros.
B. Para hacerse como judíos y gentiles
En los versos veinte y veintiuno Pablo hace estos profundos planteamientos.
Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están sujetos a la ley (aunque yo no esté sujeto a la ley) como sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley; 21 a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo), para ganar a los que están sin ley.
A pesar de los grandes excesos de los fariseos, secta a la que pertenció Pablo, sobre todo por el rigor externo con el que se conducían y sobre todo porque, como su nombre lo decía eran “separados”, eran extremadamente excluyentes aún con los propios hebreos y ni se diga con los gentiles, el apóstol nunca rompió con ellos de manera virulenta.
Al contrario tuvo muchos gestos de consideración con los israelitas. Iba a ellos cuando llegaba a una nueva ciudad a predicar. Las sinagogas siempre tuvieron prioridad con Pablo, y solo cuando se comportaba groseramente e intolerantes los dejaba, pero cuando había oportunidad les demostraba que no tenía nada ni contra ellos, ni contra la ley de Moisés.
Cuando dice que se hizo como ellos, apunta a acciones como las que se relatan en Hechos 21:23-26
Haz, pues, esto que te decimos: Hay entre nosotros cuatro hombres que tienen obligación de cumplir voto. 24 Tómalos contigo, purifícate con ellos, y paga sus gastos para que se rasuren la cabeza; y todos comprenderán que no hay nada de lo que se les informó acerca de ti, sino que tú también andas ordenadamente, guardando la ley. 25 Pero en cuanto a los gentiles que han creído, nosotros les hemos escrito determinando que no guarden nada de esto; solamente que se abstengan de lo sacrificado a los ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación. 26 Entonces Pablo tomó consigo a aquellos hombres, y al día siguiente, habiéndose purificado con ellos, entró en el templo, para anunciar el cumplimiento de los días de la purificación, cuando había de presentarse la ofrenda por cada uno de ellos.
Pero también condescendió con los gentiles. Vivió como ellos vivían, pero nunca por otra razón, sino la de llevarlos a los pies de Cristo, como sucedió en Gálatas 2: 11-13
Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar. 12 Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión. 13 Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos.
Pablo comía con ellos, se relacionaba con ellos, pero sin perder su identidad. No los condenaba ni los señalaba. Condescendía con ellos en una muestra del amor de Cristo en su vida que hace que convivamos con personas con costumbres que nosotros no tenemos y sobre todo que tienen una visión del mundo completamente distinta a la de nosotros.
C. Para adaptarse a los débiles
El verso veintidós de nuestro estudio dice así:
Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos.
Pablo retoma aquí el tema de los hermanos débiles para hacerles conocer a los Corintios que él pensaba en los hermanos que tenían una conciencia débil y pesar de no tener ninguna clase de problema con la carne sacrificada a los ídolos, él optaba por abstenerse de consumirla.
Y en una especie de sumario o resumén de su actitud Pablo dice que se ha hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos, es decir, está consciente de que a pesar de sus esfuerzos por ganar a Cristo a muchos, no todos entenderían ni responderían a esta actitud condescendiente.
Sin embargo, a por él no había quedado. Se había esforzado anteponiendo la salvación de los demás por encima de sus apetitos, colocando por debajo su legítimo interés de ser y hacer conforme a la libertad que él tenía en Cristo, pero se abstuvo para llevar a Cristo a gentiles y judíos.
En el verso veintitrés Pablo explica en pocas palabras la razón por la que asumió esta actitud.
Y esto hago por causa del evangelio, para hacerme copartícipe de él.
Pablo sentía una comunión intíma con las buenas nuevas. La palabra copartícipe procede de una palabra griega que se traduce como “junto con” en una especie de sociedad o convivencia estrecha o íntima.