La Biblia dice en Lucas 8:17

“Porque nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de ser conocido, y de salir a luz.”

Jesús quería que sus discípulos se caracterizaran por hacer pública su fe. El ejemplo que les dio para tal efecto fue el de las lámparas de aceite que se empleban en esos días. Esos artefactos se colocaban en la parte superior de las casas para que alumbraran la mayor parte de las habitaciones.

Le fe cristiana quedó marcada así por la máxima publicidad. Las actividades de las congregaciones son abiertas porque lo que allí se hace no es nada del otro mundo, ni nada que avergüence. Cuando lo que sucedía en las asambleas cristianas del primer siglo rayaba en el desorden, Pablo le pidio a la iglesia de Corintio que se comportaran con orden.

Es evidente que esconder lo que ocurre en una comunidad cristiana nunca fue el propósito de Jesús. Les pidió, al contrario, que con su vida pública alumbrarán como una lámpara ilumina una casa-habitación para que los hombres glorificarán a Dios al ver sus buenas obras.

Por eso llama poderamente mi atención el hecho de que luego de llamarlos a encender una luz y no colocarla en una vasija o debajo de un almud, la pongan en alto, les advierte y nos advierte que no hay nada oculto que haya de ser manifestado y que nada que sea escondido no pueda hacerse público y salir a la luz.

Jesús estaba estableciendo una verdad muy importante para el cristianismo: todo lo haga el discípulo saldrá a la luz pública. Bueno o malo. La intención de Jesús era que la conducta que se despliga en la vida sea la misma ya sea que estemos rodeados de personas o estemos completamente solos.

En fechas recientes hemos sido sacudidos por la vida de hombres que por fuera daban la impresión de ser buenas personas, pero que en realidad en su interior se añidaban profundas tinieblas y cuando se descubrió no solo tuvieron que rendir cuentas ante sus seguidores sino ante autoridades judiciales.

Me refiero no solo a personas del ámbito secular como el hoy famoso Keith Raniere que de ser un popular creador de cursos de auto ayuda hoy cumple cadena perpetua en una cárcel de Estados Unidos y sino de personas del ámbito religioso que pensaban que sus malas acciones hechas en lo oculto nunca se conocerían, pero se equivocaron grandemente.

Jesús nos dice que todo se sabrá tarde o temprano para que procuremos vivir de tal manera que lo privado no avergüence lo público.

Indígena zapoteco de la sierra norte de Oaxaca, México. Sirvo a Cristo en la ciudad de Oaxaca junto con mi familia. Estoy seguro que la única transformación posible es la que nace de los corazones que son tocados por Dios a través de su palabra.

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