La Biblia dice en Mateo 2:22-23

Pero oyendo que Arquelao reinaba en Judea en lugar de Herodes su padre, tuvo temor de ir allá; pero avisado por revelación en sueños, se fue a la región de Galilea, 23 y vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno.

Introducción

De regreso en Israel, José tuvo la intención de cambiar de lugar de residencia. Era de Nazaret y quiso vivir en Belén de Judea, pero descubrió que aunque había muerto Herodes, el Grande, el villano y cruel gobernante que ejecutó los niños menores de dos años para intentar matar a Jesús, su hijo Arquelao gobernaba en su lugar.

Hay muchas razones por las que José quiso quedarse a vivir en Belén. Una de ellas es que él era originario de allí, otra fue que a diferencia de Nazaret, Belén no estaba lejos de Jerusalén, el corazón espiritual de Israel y la tercera es que la vida era mucho mejor en esa villa que en Nazaret.

Pero encontró en la presencia de la familia herodiana un motivo para inquietarse, atemorizarse y llenarse de intranquilidad debido a la fama de esa estirpe, acostumbrada a gobernar con mucha autocomplacencia y para los cuales asesinar era algo tan ordinario como respirar.

José había vuelto de regreso con Jesús y María y era como lo hemos dicho a lo largo de estos estudios, el responsable inmediato de toda la familia. Estaban bajo su cuidado y debía procurar por ellos y una de sus obligaciones era justamente procurar su seguridad, luego de los crueles sucesos acontecidos con los niños.

La misión que tenía ante sí José era encontrar un lugar donde Jesús debía crecer, desarrollarse y lograr el propósito que el Señor tenía para su vida y debía elegir un lugar entre todas las villas, pueblos y ciudades de Israel. Humanamente eligió Belén, pero había un problema.

Por primera vez, José había decidido por sí mismo, pero también esa decisión pasó por las manos de Dios y entonces tuvo una respuesta a sus ideas y pensamientos que tenía y Dios lo dirigió con exactitud.

Una navidad con instrucciones
IV. Para encontrar el lugar para desarrollarnos
A. Porque necesitamos paz
B. Aún en condiciones precarias

Cuando nuestra vida tiene un propósito debemos encontrar el lugar donde nos desarrollaremos. Dios nos ha de dirigir siempre para colocarnos donde habremos de crecer y desarrollar nuestros talentos y potencialidades, según aprendemos de la historia de José al regresar a Belen de Judea.

A. Porque necesitamos paz

Mateo dice con toda claridad que José expermientó temor. El mismo que había vivido cuando supo que María estaba encinta. El mismo que sintió cuando supo que Herodes buscaría a Jesús para matarlo. Ahora tenía temor de llegar a vivir a región donde gobernaba Arquelao, hijo de Herodes.

El miedo o temor es parte de nuestra naturaleza. Lo experimentamos cuando sentimos que nuestra vida está en peligro, lo experimentamos cuando el futuro parece incierto y sobre todo cuando estamos ante situaciones o personas que nos quieren hacer daño o quieren destruir nuestra vida.

Es indispensable saber y comprender que el miedo o el temor paralizan, no nos ayuda para nada a desarrollarnos o progresar porque vivir con miedo es vivir sin posibilidad de construir absolutamente nada porque esa emoción detiene o pausa nuestra capacidad para crear y desarrollar nuestra vida.

Todos los seres humanos necesitamos calma, paz, tranquiliadad y seguridad a la hora de ejecutar cualquier clase de proyecto o plan y José no estaba en esa condición. En realidad José estaba viviendo un tiempo de grandes dudas y temores y justo en ese momento tuvo de nueva cuenta una revelación que le resolvió esa situación.

Su miedo no era imaginario o producto de sus traumas, era en realidad algo nacido de una realidad y por eso Dios intervino con indicaciones precisas para que pudiera enfrentarlo y superarlo.

B. Aun en condiciones precarias

Es interesante notar que Dios envió a José a un lugar sencillo y modesto como Nazaret. Una villa ubicada en la región de Galilea, zona muy despreciada por los hebreos, al grado de burlarse de ella diciendo que de ese lugar no podría salir nada bueno, como lo expresó Natanael.

Indígena zapoteco de la sierra norte de Oaxaca, México. Sirvo a Cristo en la ciudad de Oaxaca junto con mi familia. Estoy seguro que la única transformación posible es la que nace de los corazones que son tocados por Dios a través de su palabra.

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