La Biblia dice en Mateo 2:13-15

Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo: Levántate y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo. 14 Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto, 15 y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo.

Introducción

Una vez que los sabios de oriente visitaron a Jesús y le adoraron con incienso, oro y mirra, José recibió una segunda revelación en sueños. La primera fue que recibiera a María y ésta segunda fue tajante: tenía que salir de inmediato de Belén porque Herodes buscaría a Jesús para matarlo.

Esta historia es sumamente aleccionadora para todos cuando estamos en grave peligro: si Jesús que era el Hijo de Dios, tuvo que salir huyendo de Belén, por qué nosotros, simples mortales debemos desoír prevenciones cuando nuestra existencia esta en peligro y hacer oídos sordos a las advertencias para librarnos de la muerte.

Dios usó por segunda ocasión el mismo sistema para hablarle a José: un ángel con un mensaje urgente para su vida, el mensaje era de muerte o vida. La vida de todos ellos, Jesús, José y María dependía directamente de la obediencia del padre legal de Jesús porque dependía totalmente de él.

Es interesante notar que estos cuatro mensajes le fueron enviados a José y no a María. Es decir, la madre humana de Jesús ya no recibió ningún mensaje más después de la anunciación hecha por el ángel Gabriel, lo que nos muestra que el varón tomó la responabilidad familiar como está marcado en la ley mosaica.

Los evangelios no registran ningún mensaje más que halla recibido María, lo único que encontramos después de esa noche en Belén son mensaje dirigidos a José, distintos por el emisario, pero igual de valiosos como los que esa mujer recibió porque así Dios cuidó de Jesús en momentos cruciales en la salvación de la humanidad.

Dios protegió a Jesús y de paso cuidó a José y a María, pero para ello se valió de acciones completamente naturales como la de salir huyendo, sin que eso signfique ni cobardía, ni desconfianza o falta de fe en el Creador.

Una navidad con instrucciones

II. Para proteger lo que más amamos
A. Escuchando a Dios
B. Obedeciendo a Dios

Dios supo con antelación los planes de Herodes. De hecho Herodes tenía en mente desde que recibió a los sabios de oriente deshacer de Jesús. Cuando vio que estos hombres habían llegado a Jerusalén preguntando por el rey de los judíos que había nacido, ese perverso monarca decidió liquidar a Jesús.

Cuando los sabios de oriente decidieron por revelación divina no regresar a Jerusalén para notificarle que en efecto habían hallado a Jesús, montó en cólera y decidió matar a todos los niños menores de dos años que habían en Belén, pero para ese momento Jesús ya había sido sacado de esa villa por José.

A. Escuchando a Dios

José recibió cinco indicaciones: 1. Levántate. 2. Toma al niño. 3. Toma a su madre (María). 4. Huye a Egipto y 5. Permanece allí (en Egipto) hasta que se te diga. Fueron cinco órdenes precisas, sin ninguna clase de duda, ni nada que le dejará con alguna interrogante o alguna pregunta porque no se había entendido.

Es claro que el actuar de Dios es justamente así porque una situación grave como la que estaba pasando no admitía bajo ninguna razón que no supiera qué hacer o qué no supiera a dónde ir. Dios se destaca o se muestra sumamente concreto cuando se trata de proteger nuestra vida.

Sus indicaciones son exactas, sus órdenes claras, entendibles y sobre todo que se pueden llevar a cabo porque no está más allá de nuestras posibilidades. Dios jamás nos va a pedir algo que sabe perfectamente que no podemos hacer. Cuando hay algo que no podemos hacer él mismo se encarga de ejecutarla.

Algo que podemos ver en estos versos es que si algo debía preservar además de la vida de Jesús, fue la unidad familiar. Se le especificó que debía llevar consigo a Jesús y también a María y para ello se le dijo en forma particular por cada uno de ellos. La palabra levántate tiene la connotación de ponerse en acción.

La orden de ir a Egipto nos muestra que Dios jamás nos saca de algún lugar para andar vagando. Sus órdenes son concreta y tienen un tiempo exacto. Estarían en Egipto hasta que él lo determinara. No estarían allí para siempre, lo que les ayudaría perfectamente a vivir pendientes de que en cualquier momento debían de salir.

B. Obedeciendo a Dios

José escuchó el mensaje del ángel y de inmediato tomó a Jesús, a María y salió de Belén hacía el sur para dirigirse a Egipto en un trayecto de aproximadamente 120 kilómetros a fin de protegerse del amenazante Herodes en un acto de obediencia sin dilación y sobre todo sin quejas ni protestas.

Apenas se habían instalado en Belén luego de un viaje que también resultó largo de Nazaret a Belén por el empadronamiento que ordenó César Augusto y ahora tenían de nueva cuenta que salir de su tierra para dirigirse a un lugar muy distante de su patria, pero esa fue la indicación.

Es evidente que cuando estamos en riesgo lo mejor que podemos hacer es hacerle caso a Dios en todo lo que nos pide y nos ordena porque de ello muy seguramente depende nuestra vida y no hacerle caso lo único que provocará es grandes desastres en nuestra vida y muy probablemente nuestra extinción.

Todo lo que José oyó lo hizo. No salió sólo con Jesús, sin María. No se fue a otro lugar que no fuera Egipto. No estuvo allí unos cuantos días, sino hasta que Dios le indicó que tenía que regresar, regresó.

Indígena zapoteco de la sierra norte de Oaxaca, México. Sirvo a Cristo en la ciudad de Oaxaca junto con mi familia. Estoy seguro que la única transformación posible es la que nace de los corazones que son tocados por Dios a través de su palabra.

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