El nacimiento de Cristo tuvo antes, durante y después del suceso, grandes milagros y manifestaciones gloriosas del poder de Dios. Mateo y Lucas recogen muchas de ellas para establecer con claridad los entretelones que se suscitaron cuando nuestro glorioso Señor Jesucristo se encarnó.
Uno de los muchos hechos que acontecieron durante esos días fue la manifestación poderosa de los ángeles con mensajes muy precisos a la vida de los protagonistas como fue el caso de Zacarías, María, la madre de Jesús y el propio José, padre legal de Jesús quien recibió revelaciones en diversas ocasiones.
Mateo nos describe esos mensajes en el pasaje de su evangelio 1:18 al 2:23. Fueron cuatro las ocasiones en las que José recibió mensajes de un ángel mientras dormía y cuando despertaba de inmediato los llevaba a cabo porque eran imprescindibles para cumplir con el plan de Dios.
Estas cuatro revelaciones nos ayudarán para reflexionar sobre el gran interés que Dios tiene de dirigir nuestras vidas, sobre todo en los momentos en los que llevamos a cabo sus planes que resultarán en una gran bendición no solo para nuestras vidas, sino para la vida de quienes están alrededor de nosotros.
Dios siempre se ha tomado el cuidado de protegernos, de velar por nuestras vidas y así lo confirma el relato que hace Mateo poniendo énfasis en los mensajes que recibió José durante el embarazo, nacimiento e infancia de nuestro Señor Jesucristo, donde su cuidado y protección estaba en manos de él.
Nos sirve mucho saber cómo actuó Dios cuando la vida de Jesús peligraba, pero también nos reconforta mucho saber que Dios no nos abandona cuando más lo necesitamos y envía ángeles a protegernos con mensajes muy precisos para saber qué es lo que tenemos que hacer en esos momentos de incertidumbre.
El evangelio de Mateo nos dice que el Señor le dio instrucciones a José para que recibiera a María como su mujer, cuando supo que estaba embarazada. Nos precisa también que le dijo que saliera de Belén y se trasladara a Egipto. Luego le dio indicaciones para que regresara a Israel. Y finalmente le dijo que no viviera en Belén de Juda, sino en Nazaret.
Podemos apreciar que José no tenía idea de lo que estaba sucediendo en el ámbito espiritual y el Señor se dedicó a decirle lo que tenía que hacer para resguardar la vida no solo de Jesús, sino de María y del propio José.
Una navidad con instrucciones
I. Para tomar decisiones correctas
II. Para proteger lo que más amamos
III. Para tomar a tiempo nuestras decisiones
IV. Para encontrar el lugar para desarrollarnos
Las indicaciones que los ángeles le dieron a José fueron precisas. Cada una de ellas fueron detalladamente cuidadas para que no hubiera ninguna clase de ambigüedad y para que las pudiera ejecutar con la certeza de que estaba de esa manera cumpliendo con la voluntad del Creador.
I. Para tomar decisiones correctas
Mateo 1:18-24
El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. 19 José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. 20 Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. 21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS,[a] porque él salvará a su pueblo de sus pecados. 22 Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo:23 He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel,que traducido es: Dios con nosotros.24 Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer.
José necesitaba dirección ante el dilema de abandonar a María porque estaba embarazada. En esa situación Dios le dio indicaciones e instrucciones para recibirla como esposa sin tener miedo de que ella hubiera cometido algún pecado. Dios siempre nos dirige cuando deseamos hacer su voluntad.
Además es importante notar que la revelación divina fue completa. Dios tuvo a bien informar a María, pero también a José, pues él sería el padre legal de Jesús. Así que desde el primer momento ambos padres estuvieron al tanto del plan que Dios estaba desarrollando en sus vidas, su matrimonio y familia.
Era necesario que las desiciones fueran compartidas, aunque a partir del nacimiento de Cristo, Dios avisa por medio de sueños a José sobre los siguientes movimientos y determinaciones, queda, entonces en relieve la importancia que él tuvo dentro de los designios del Señor para la llegada de nuestro Salvador al mundo.